Sus canciones iban viento en popa y el proyecto estaba encaminado al éxito. Habían pasado un mes bastante tranquilo todas y todos. Jaehyun había ampliado su turno en la cafetería para que su hermana pudiera trabajar menos y centrarse en los estudios y la música.Yujin se esforzaba al máximo para sacar todas sus asignaturas con la mejor de las notas y participaba en infinidad de actividades de la asociación de relaciones internacionales de mujeres a la que se había unido con su compañera de clase Seungyeon.
Doyoung no había bajado sus notas en absoluto, seguía siendo un chico de sobresaliente centrado en sus estudios y estaba aprendiendo a desenvolverse mejor entre partituras y composiciones, su mente estaba en constante movimiento, sin embargo, la mayor parte de sus pensamientos se enfocaban siempre en una sola persona.
—Sohyun, toca la segunda parte. —Pidió desde el interior de la cabina de grabación.
Tenían una de sus tres canciones compuesta. La que sería la primera parte de su Tot sunt in amoris dolores que significaba Todo son daños en el amor. Expresaban en tres canciones de una duración de unos tres minutos cada una la parte más trágica de cualquier historia que tuviera que ver con el romanticismo típico de las películas y libros entre un hombre y una mujer en la sociedad actual.
La primera pieza de la composición era la más vivaracha de las tres, pues decidido empezar con una base y melodías más alegres a pesar de que la letra, desde la perspectiva de un hombre, hablase de cómo le iba a romper el corazón a la chica protagonista de la trilogía. Y aunque aún no la habían grabado entera, habían practicado a capella varias veces. Sohyun se encargaba del añadido vocal en segundo plano y de los instrumentos y mezclas mientras Doyoung destacaba como la voz principal de las tres canciones.
Sohyun reprodujo la segunda parte como Doyoung le había indicado mientras escuchaba a Doyoung cantar dentro de la cabina con un par de cascos sobre la cabeza. Con una mano sostenía el atril donde estaban las partituras mientras hacía gestos con la mano derecha a la par que cantaba la letra.
A Doyoung le confundía especialmente esta canción, pues la facilidad con la que Sohyun la había compuesto era increíble y algunos versos, le hacían pensar si la letra era en específico para él.
You talk for hours
But you're wasting lines,
A pretty face but the chase
Ain't worth the prize.—¡Qué bien! ¡Es ate ha quedado perfecta! —Dijo Sohyun levantándose y deteniendo la grabación. Miró al chico sonriente detrás del cristal del estudio y Doyoung sacudió la cabeza. Se había perdido entre sus propios pensamientos, e intentaba pensar que era un exagerado pensando que él era sobre quien Sohyun escribía la canción, que no tenía que darse por aludido; más aun así, le costaba pensar que Sohyun no lo veía como a alguien a quien le iba a romper el corazón en dos. —Ey Doyoung, ¿estás bien? —Dio golpecitos en el cristal llamando la atención del chico que se había quedado pasmado mirando las avutardas y le hizo salir de la cabina. —¿Qué te pasa? ¿No te gusta la canción? No me digas eso ahora porque hemos tardado casi dos meses y medio y febrero está al llegar.
—Eh... No, no tranquila. —Dijo esbozando una pequeña sonrisa. —No es eso, estaba simplemente pensando.
—Muy bien dile a tu cabecita que no piense con esas caras, me haces pensar que hay algo que va mal. —Le dio dos golpes con los nudillos en la frente con suavidad y Sohyun comenzó a recoger sus cosas. —Tenemos que marcharnos, se acaba la hora de reserva. Pero tenemos toda la parte vocal de la primera parte grabada, terminaré la base en casa y te la pasaré por correo para que me digas qué piensas, ¿vale? —Habló emocionada. —En serio Doyoung, ¿estás bien? Te noto como... Como si estuvieras perdido. ¿Ha pasado algo? Ya sabes que puedes contármelo.
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Hard for me |Kim Doyoung; NCT|
FanfictionKim Doyoung, que siempre ha sido extremadamente escéptico, se topa con un anuncio en el que una bruja ofrece sus servicios de hechicera. Un día, no siendo del todo él, cree que es buena idea llamar a la bruja para reírse un rato, pero la magia de la...