La tan estresante semana de Sohyun por fin llegaba a su fin. Recitales de estudiantes, consultas de adivinación y limpiezas, deberes de historia de la música y clases particulares de piano y violín.
No había tenido una sola tarde libre para desconectar con Yujin o centrarse en el trabajo de composición con Doyoung. Pero por fin eran las cinco de la tarde del domingo y oficialmente, no tenía ninguna responsabilidad más.
Jaehyun aún no había vuelto a casa del trabajo porque le habían alargado el turno en la cafetería, pero la casa se mantenía recogida y Sohyun agradecía que se estuviese tomando en serio las reglas.
Se recostó cansada en el sofá sin cambiarse la ropa de la calle. Le dolían los pies y tardó poco en dormirse. Quería dejar atrás aquel mal hábito de pasarse las tardes durmiendo, pero aquel día le fue inevitable caer rendida entre los cojines del sofá.
No notó como Jaehyun llegaba del trabajo y le echaba una manta por encima. Tampoco se percató de Yujin hablando con su hermanastro en el rellano de la entrada y se olvidó completamente de los planes que había acordado con su mejor amiga.
Yujin que sí había tenido algo de tiempo para desconectar había invitado a Doyoung a cenar a casa y ver algunas películas y al comentárselo a Sohyun, había quedado en que pasaría por su casa para presentarle al chico.
A Yujin le emocionaba la idea porque la valoración de su mejor amiga respecto al chico que comenzaba a gustarle de mala manera era crucial. La opinión de Sohyun era importante, y aunque no decisiva, sabía que si había algo malo con el chico que pudiera cegar a Yujin, como amiga, Sohyun se encargaría de abrirle los ojos y viceversa.
—Si quieres puedo despertarla y... —Habló Jaehyun en el marco de la puerta. Yujin y el chico que tanto le acompañaba a la cafetería se encontraban ahí, delante de la puerta. Jaehyun no tenía la menor idea de que Yujin había quedado con Sohyun, pero su hermana y su sueño pesado seguían largos en el sofá.
De fondo se podía escuchar música clásica que se ponía la de pelo azul para dormir que Jaehyun no había quitado y tanto Yujin como Doyoung pudieron escucharla.
—Yujin, —Habló el moreno apoyando su mano en el hombro de la chica. —no te preocupes, puedo conocerla otro día. Seguro que tu amiga esta cansada, es mejor que descanse. —Doyoung le sonrió y a Yujin se le ablandó el corazón. Aunque le había molestado un poco que Sohyun no estuviera lista y se hubiera quedado dormida, ella más que nadie sabía que su semana no había sido fácil, y Yujin no era de echarle las cosas en cara a nadie así que le devolvió la sonrisa a Doyoung y se disculpó con Jaehyun por molestar.
—Sí... Tienes razón, estará cansada. —Miró a Jaehyun. —Perdón por molestar Yoonoh-ya, te veo mañana.
—No es nada noona, pasáoslo bien. —Sonrió mostrando sus hoyuelos el castaño. —Hasta mañana.
Jaehyun volvió a entrar al pisó e intentó no reírse de la pose con la que se había dormido Sohyun con todo el rostro apretado contra la palma de su mano.
Yujin y Doyoung esperaban su pizza mientras debatían eligiendo qué película escoger y ver. Yujin quería ver una de miedo o de suspense, en cambio Doyoung prefería una dramática o de romance. No conseguían ponerse de acuerdo.
—¿Por qué una de miedo no? —Yujin hizo un puchero. —¡Es mejor si vemos este tipo de películas no estando solos!
—¡No! ¿Y una policiaca? ¡Ninguna con sustos o escenas sangrientas! —Se quejó el moreno desde el sofá. Yujin inclinó la pantalla de su portátil y corrió a sentarse con Doyoung.
—Demasiado tarde. He puesto una de miedo. —Rio.
—¡Yujin!
(...)
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Hard for me |Kim Doyoung; NCT|
FanfictionKim Doyoung, que siempre ha sido extremadamente escéptico, se topa con un anuncio en el que una bruja ofrece sus servicios de hechicera. Un día, no siendo del todo él, cree que es buena idea llamar a la bruja para reírse un rato, pero la magia de la...