Capítulo 24

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—Doyoung... —Dijo Sohyun como advertencia.

—¡Sí, sí! ¡Doyoung, Doyons, Dujeon! —Agitó los brazos interrumpiendo la frase ligeramente en tono de madre de Sohyun. —No puedo olvidarlo, ¿vale? —Reiteró. —¡Es como si la jodida imagen se repitiera una y otra vez en mi mente! Y no soy gilipollas, sé que intentas actuar como si no hubiera pasado por puro compromiso, pero es que ¡yo no puedo hacerlo! —Sohyun suspiró.

—Cómete unas moras, ¿quieres? —Metió la mano en el canasto y con un puñado de los pequeños frutos oscuros dirigió su puño a la boca de Doyoung para que se callase. —¡Y deja de hablar del puñetero beso!

—¡Qué me ahogas! —El chico le tomó la muñeca y con algunas moras en la boca y otras esparcidas por encima, intentó tragar a regañadientes viendo molesto a la peliazul que hacía todo lo posible por evadir su mirada. —¿Qué te pasa? ¡No podemos ignorar que pasó lo que pasó como críos pequeños!

—¡Sí podemos! —Gritó Sohyun. —Mira no quería besarte y ni sé por qué mierda no te aparté, solo quiero olvidar esa porquería de beso porque no quiero entrometerme en los asuntos de mi mejor amiga ¿recuerdas?

—¿Porquería de beso? —Doyoung se cruzó de brazos y chasqueó la lengua mirándola de reojo. Le había ofendido que dijera eso sobre el que había sido el primer beso de Doyoung, pues aun sabiendo que no había sido un experto -ni lo más sensato en el momento- había dejado que la peliazul lo liderara y para él había sido bastante bueno en aquel entonces. —¡Qué payasa!

—¡Oh por el Olimpo Doyoung! ¡No sabes besar! —Replicó la chica. —¡Prácticamente te estaba besando yo, lo que me molesta aún más! ¿Cómo mierda le digo a Yujin que me he besado contigo? ¡No deja de hablarme de lo perfecto que eres y todas esas mierdas! ¡Y yo voy y te pego un morreo por la noche! ¡Es que somos todos aquí gilipollas! —Se levantó de malas maneras sacudiéndose las hojas y ramillas que se habían enganchado en sus pantalones y con la mochila al hombro y el canasto de moras comenzó a andar para marcharse.

—¿Y ya está? ¿Te vas? —Doyoung la siguió. —¡No se lo digas a Yujin y listo!

—¿Cómo voy a ocultarle esto a ella? ¡No soy una mala amiga! —Apartó ramas del camino que le quedaban a la altura de la cara con el fin de que, al volver a su sitio, golpeasen como un látigo a Doyoung que le seguía los talones.

—¡Au! ¡Qué tienen pinchos! —Se quejó el moreno. —¡Ha sido solo un beso, pero no puedes ignorar que ha existido! Simplemente no se lo digas, no somos nada tampoco.

—¡Ugh! —Se plantó y se dio media vuelta para plantarle cara al chico. —¡Me dices que no lo banalice pero tú dices que es "solo un beso"! —Se quejó. —¡Me es igual si no sois nada! ¡A ella le gustas!

—No creo que le guste. —Doyoung puso la mirada en blanco. —¡Exageras!

—Oh, créeme, siempre hablábamos y estoy harta de escuchar lo guapo que es el vecino, lo educado que es el vecino, lo bonitos que son los ojos del vecino, lo amable que es el vecino, lo alto que es el vecino, lo interesantes que son las conversaciones con el vecino... ¡Estoy harta!

—¿Y tú no piensas eso? —Doyoung se cruzó de brazos y la miró levantando una ceja.

—¡No! ¡Así que imagina mi decepción cuando me enteré de que el dichoso vecino... eras tú!

—¡Ey! ¡Sin insultar! —Ofendido le dio un ligero empujón en el hombro izquierdo y Sohyun se lo devolvió con más fuerza. —¡Au!

—¡Volvamos con el resto y ya compondré las canciones sola! ¡Haces imposible el trabajo! —Sohyun se quejaba retomando el paso, pero al rato volvió a detenerse entre las ramas de los árboles y arbustos y Doyoung se chocó con ella. —Espera, ¿dónde estamos?

Hard for me |Kim Doyoung; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora