Capítulo 48

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Doyoung iba a despertarse, pero no quería abrir los ojos. El olor del pelo de Sohyun, a la que abrazaba por la cintura, le inundaba las fosas nasales y le sumía en un estado de relación tan plácido del que se negaba escapar.

Sus propios pensamientos se encargaron de despertarle poco a poco. ¿Tendría que aceptar la propuesta de Lee Sooman? Lo más seguro era que lo hiciera, Taeyong le había dicho que era una gran oportunidad, hasta Sohyun había coincidido en su idea. Y él pensaba lo mismo. No había otra oportunidad como aquella, menos teniendo una edad cercana a los 20. Su vida podría cambiar por completo y eso le asustaba. Doyoung siempre había sido una persona de rutinas, de planes establecidos y acordados de manera previa, sin giros, ni saltos, ni improvisaciones. Le gustaba tener el control de las cosas, pero odiaba no poder dominar sus propios pensamientos a veces.

Se revolvió en la cama, se frotó la cama y suspiro. Tenía frío y no llevar nada puesto después de la noche de ayer no ayudaba en absoluto. Se escondió bajo el edredón blanco y Sohyun se giró despertándose hasta estar cara a cara con Doyoung.

—Buenos días. —Dijo con un tono ronco. La chica llevó su mano al rostro de Doyoung y apartó los mechones negros que caían por su frente hacia los lados. —¿Qué tal has dormido? —Preguntó.

—Bueno...—Giró la cabeza y centró su atención en la mirada algo legañosa de Sohyun en lugar del monótono techo de su habitación.

—¿Todavía le das vueltas a lo de ayer? —Preguntó ella. Depositó un cálido beso en el hombro desnudo de Doyoung y le abrazó. —Sé que es una decisión importante para ti... Pero no le des tantas vueltas Doyoung.

Para él, la voz y las palabras de Sohyun tenían un tono sanador. Y como por arte de magia, aquella mañana no le dio más vueltas al tema mientras estuvo con ella.

(...)

Tras comentarle su situación a su familia y al resto de sus amigos de clase, Doyoung cada vez tenía más claro que decir que sí era lo correcto. Iba a ser raro y nuevo, pero a pesar de la incertidumbre sobre su futuro que se cernía sobre él cada instante, era consciente de que tenía a mucha gente a su lado que le apoya y que estaría con él. Para Doyoung, ese nuevo sentimiento embriagador era lo más importante y lo que más necesitaba. No estaba solo, nunca lo estaría.

Sohyun le había acompañado una de las tardes de esa semana, tras haber dejado clara su decisión y comunicarle al propio Lee Sooman que podía esperarle el jueves, a leer detenidamente el contrato y firmar para trabajar en la empresa.

Entraron a las oficinas sorprendidos de estar ahí. Montones de álbumes y trofeos decoraban la entrada, mostrando a todo el que pisara la empresa cuan exitosa era y había sido.

—¿Kim Doyoung-ssi? —Una joven trajeada se dirigió a él. Doyoung asintió. —El equipo del señor Lee le espera en la sala de reuniones 4. Por ahí. —Doyoung asintió y dándole las gracias comenzó a caminar con Sohyun hacia la sala de reuniones.

—Tendrás que entrar solo. —Avecino la chica. —Te esperaré en el pasillo, no te lo pienses, una firma y listo.

—De acuerdo.

—¿Nervioso? —Doyoung se detuvo antes de abrir la puerta de la sala.

—Mucho. ¿Y si en el contrato pone que no puedo tener amigos fuera de la empresa? ¿O que tengo que dejarte porque no puedo tener pareja?

—¡Qué más da eso! ¡Doyoung es tu futuro! —Sacudió las manos despreocupadas. —Entra ahí o causarás una mala impresión. Tú firma.

—¿Y si pone que van a vender mis órganos a la mafia china si no canto o que...?

Hard for me |Kim Doyoung; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora