Capítulo 25

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La vuelta a casa fue mucho más tranquila, era prácticamente de noche y por suerte pudieron coger el último de los autobuses que salía desde ahí. Jaehyun había encontrado a los dos aprendices de músicos perdidos de casualidad buscando un seto lo suficientemente alejado para poder hacer pis sin ser molestado.

Al final, con el griterío de su hermana mayor que le decía que se aguantase hasta llegar a casa, volvieron los tres y decidieron marcharse cuanto antes.

Ni Sohyun ni Doyoung habían pronunciado palabra alguna en el autobús, y el chico castaño, que no era tan tonto como aparentaba, sabía que había pasado algo entre el vecino y su hermana... otra vez.

Cauteloso se abstuvo de hacer preguntas hasta llegar a casa, aunque Sohyun no dio pie a mucha conversación cuando se quedaron solos. Guardó las moras en la nevera y cayó como un tronco rendida en los brazos de Morfeo.

Jaehyun trató de buscar un hueco con el que poder hablar a solas con su hermana de la situación con Doyoung. Desconocía si había hablado con Yujin sobre ello o cuales eran sus planes, pero difícilmente coincidían en casa. Cuando Jaehyun se despertaba para ir a trabajar, Sohyun ya se había marchado a la universidad y él desayunaba solo.
No volvía hasta tarde, así que solo se cruzaba con su hermana a la hora de la comida difícilmente, pues siempre iba con prisas por sus clases particulares.

Pasaron la semana sin poder cruzar más de dos frases, que normalmente, eran sobre cómo había sido su día y demás.

La mayoría de las tardes, Jaehyun las acababa pasando con Yujin pues estando también sola, si no quedaba con Sohyun cuando tenían algún rato libre, se pasaba por su casa para estar con Jaehyun. Al principio, al chico le resultaba algo incómodo tenerla cerca por lo acontecido entre ambos, pero la situación entre los dos dejó de ser tensa a los segundos, siendo ellos y comportándose con el otro como siempre lo habían hecho.

—Ya estoy en casa. —Dijo Sohyun al llegar. El cuadro en su salón era el de siempre: Yujin y Jaehyun sentados con el portátil mientras tenían algo de fondo. Para su sorpresa, al llegar del trabajo no esperaba un piscolabis entre esos dos.

La mesa del salón tenía frutos secos, patatas y refrescos; incluso dulces y galletas, Yujin estaba sentada con Jaehyun en el mismo sofá y Sohyun al entrar se sentó en el otro mirándolos confusa.

—¿Qué pasa aquí? ¿Qué estáis celebrando? —Preguntó la chica. Su mirada se paseó por todos los platos de comida sobre la mesa y alargó la mano para coger algunas galletitas saladas.

—Eh... —Jaehyun miró a Yujin y Sohyun escaneó la mirada cómplice que compartían aquellos dos.

—¿Qué? ¿Os habéis vuelto a acos...?

—¡Oh Sohyun! —La peliazul levantó la vista viendo a Doyoung salir de su cocina con un bol más de comida y dejó su frase a medias, aliviada por la interrupción dándose cuenta de la metedura de pata que estaba por cometer. —Ya has venido.

—¿Qué haces tu aquí? Madre de dios, ¡mi casa no es un karaoke! —Protestó. Doyoung dejó el bol con algunas olivas y pepinillos sobre la mesa de café y se sentó en el sofá al lado de Sohyun.

—Te he enviado mensajes y no los respondías, la entrega del dosier de progresos de composición es la semana que viene. —Explicó el moreno.

—¡¿Qué?! —Sohyun se espantó. —¿No quedan aun como... tres semanas? ¡Ugh! ¡Dios! ¡Perdón por descuidarlo! ¡Tampoco llevaba el móvil y...!

—¡Shh! —Sohyun y Doyoung miraron a Jaehyun, que con el índice cubriendo sus labios les mandaba callar. —Que estamos viendo Los Simpson, id a hacer las cosas de músicos en otro lado.

Hard for me |Kim Doyoung; NCT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora