Luz de Luna (Saga Alfas #3.5)

Capítulo 19: Problemas de ira

Es bien sabido que la familia Moore es enorme y cada uno de nosotros tiene su personalidad, algunos son más alegres, como Kat, Candice y Kol, otros más alocados como Scarlett y Kendall y otros más idiotas como Ryan y Cameron. Otros más callados, como Curtis y yo. Pero sin duda, de todos nosotros, Abby se lleva el premio de enfadarse casi por cualquier cosa. Con los años nos dimos cuenta de sus problemas de ira y los atribuimos a sus gentes Alfas.

Su furia nunca iba dirigida a mí, pero siempre lucía igual: sus ojos brillaban con fuerza, apretaba su mandíbula como si fuera a destruir sus dientes y un aura pesada se instalaba a su alrededor. Tyler luce igual que ella en este momento, apretando el volante con tanta fuerza que tengo miedo de que vaya a destruirlo.

Kendall va adelante con él y la camioneta con la viajamos viene detrás de nosotros, siendo conducida por Tristán quien no lucía mucho más feliz que Tyler cuando salimos de la comisaría con nuestras cosas en una bolas y con el olor a vómito de Candice. Quisiera ser ella, solo para no ver la expresión de Tyler que no es menos que terrorífica.

La abuela me confesó que Tyler era uno de los Alfas más amables y bondadosos que había conocido jamás pero así como sabía eso, sabía que era como una bomba de tiempo y cuando explotara, el resultado no sería bonito.

Con la salida del sol, el sonido del teléfono de Tyler inunda el silencio sepulcral de la camioneta y cuando veo el nombre de Abby iluminando la pantalla del mismo, la expresión de Tyler se suaviza pero no tanto como lo desearía. Cuando toma el teléfono del tablero, suprimo mi audición, es lo menos que puedo hacer para este punto.

—Hola, cariño —dice cuando contesta y aunque intento prestarle la mejor atención a su conversación, es complicado. Mientras hablan él le miente diciendo que Tristán le pidió ayuda con una sorpresa para Violet y le dice que vaya con ella para que así no sospeche nada malo. Supongo que así como nosotros, él y Tristán necesitan una gran excusa para explicar su partida a la mitad de la noche para buscarnos en prisión.

Cuando le dice que la ama antes de despedirse, está sonriendo, ¿así luciré yo cuando hablo con Taylor? Aunque el hablar con Abby lo relaja un poco, Tyler sigue pareciendo que echará humo por los oídos en cualquier momento.

—Oculten su olor, no necesito que alguien se dé cuenta de ustedes. Comenzando por Abby —dice con la voz como un témpano de hielo cuando nos encontramos a unos veinte minutos de llegar a la manada.

—Candice está dormida —dice Kat y enseguida puedo ver como sus mejillas se ponen tan rojas como un tomate por sus palabras.

—Ese es su problema. No el mío —dice Tyler con el mismo tono mordaz. Ninguno replica nada, estamos en demasiados problemas como para hacer algo. Mientras Kat intenta despertar a Candice, Tyler llama a Tristán para avisarle sobre la llamada de Abby y las precauciones que deben tomar para que ni ella ni Violet sospechen.

En silencio, Kendall toma una botella de agua de portavasos y deja caer el contenido en el rostro de Candice haciendo que se levante de golpe, tosiendo y quitando el agua de su rostro.

—¿Pero qué...? —dice sorprendida levantándose en el medio de los asientos—. ¿Dónde estamos? —pregunta medio aturdida y quitándose un poco el agua que le chorrea de los ojos—. Oh, mierda.

El color se va de la cara de Candice cuando descubre quién está conduciendo.

—Si te atreves a vomitar mi auto, te haré limpiarlo hasta que esté mejor que cuando lo compré —le advierte y Candice asiente encogiéndose entre Kat y yo—. Escondan su olor.

Los cuatro seguimos su orden y cuando consigo ver la entrada de la manada, no sé si verla como la entrada al paraíso o al infierno. Tyler puede ser parte de la familia, pero aún así es el Alfa y es su trabajo mantener en orden la manada. Sabía que llegados a un punto, esto podía pasar, pero no pensé que fuese tan pronto, y sobre todo, habiendo fracasado tanto. Las gemelas no consiguieron el transpondedor.