Capítulo 25 (Parte 1): Taylor

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Pasar la tarde con Candice fue reconfortante hasta cierto punto, me recordó nuestras viejas tardes de películas. Cuando le tocaba a ella escoger las películas siempre terminábamos viendo películas rosas, de esas en las que el chico es un idiota pero la chica siempre lo cambia por amor. Nunca me han gustado, pero ver que la haría feliz hacía que todo valiera la pena. Cuando lo pienso me doy cuenta de que siempre me hizo feliz ver los demás felices, aunque yo fuera infeliz la mayor parte del proceso.

Aunque me gustó hacerla feliz unas cuantas horas, cuando entré a mi habitación fue cuando por fin me permití ser tan desgraciado como deseé durante todo el día.

—Jeremy, ¿estás despierto? —escucho junto con unos golpes en la puerta.

—Sí —digo frotando mi rostro con cansancio, ni siquiera sé que hora es. Mi madre abre la puerta y se recarga en el marco.

—Tienes visita.

—Mamá, no quiero ver a nadie —digo, sabiendo que no hay ninguna posibilidad de que sea Taylor quien quiere verme.

—En este caso, no puedes decir que no —dice y yo frunzo el ceño sentándome en el borde de la cama.

—¿Por qué?

—Porque soy yo.

Mamá se hace a un lado y Tyler entra a mi habitación, ciertamente no es la mejor imagen que puedo tener un viernes en la mañana.

—Puedes dejarnos solos, mamá —le digo a mamá tomando una camiseta del montón que se encuentra en la silla del escritorio.

—Cuida tus puños, eh —advierte mamá a Tyler pero este no dice nada.

—¿A qué debo el placer?

—Iré al grano, no tengo mucho tiempo. Estoy salvando tu trasero y necesito que tú salves el mío. Eres mi última opción así que no te sientas especial.

—No pensaba hacerlo —murmuro con cansancio—. ¿Qué necesitas?

—Tengo que salir de la manada con Tristán y Tiffany. Espero poder volver hoy, pero lo dudo. Necesito que te quedes con Abby y Ariel hoy. Falta poco para que nazca el bebé y está cada vez más débil, he pospuesto este viaje durante al menos dos meses y no puedo seguir haciéndolo. Violet no puede quedarse con ellas teniendo a Olivia y Shane, igual que Isabelle con Erick y los chicos. Tú eres el más cercano a ella después de Scarlett y no quiero que sienta que tiene un niñero.

—Claro, ¿a qué hora me necesitas?

—Ahora. Te espero abajo... e intenta limpiar un poco esta habitación —dice con el ceño fruncido señalando toda la habitación. Río un poco pero Tyler ya está afuera y simplemente suspiro mirando todas las cosas regadas por la habitación pero lo ignoro. Por lo menos mi habitación puede lucir como el desastre que es mi vida en este momento.








Veinte minutos después bajo las escaleras luciendo como una persona normal y encuentro a Tyler en el medio de la sala mirando las fotografías que aún se mantienen sobre la chimenea, en varias está el tío Erick.

—Hace unos días que no veo a Abby, ¿cómo está? —le pregunto a Tyler quién se da la vuelta para mirarme.

—Bien, dependiendo del momento en el que se pregunte —suspira descruzándose de brazos—. ¿Estás listo?

—Sí, ya podemos irnos —digo dejando mi teléfono apagado dentro de mi bolsillo.

En silencio, nos dirigimos a su camioneta y miento si diría que no es más incómodo de lo que debería.

—Yo, emm, me quería disculpar —dice Tyler cuando subimos y enciende la camioneta.

—¿Por qué?

Luz de Luna (Saga Alfas #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora