Capítulo 47: No pensé que ahora también fueses caníbal

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Lucho para que me suelten, pero el sujeto es más alto y fuerte que yo, cubre mi boca con su mano y me lleva por los árboles y arbustos del patio trasero. No consigo ver nada más que hojas y cuando tropezamos, aprovecho para morder su mano con fuerza, consiguiendo que me suelte.

-¡Ah! ¿Estás loca? ¿Qué te pasa?

-¿Tristán? -pregunto sorprendida mirando al mejor amigo y beta de Abby mientras se limpia la sangre de su mano en su uniforme.

-No pensé que ahora también fueses caníbal.

-¿Qué haces aquí?

-¿Cómo que qué hacemos aquí? ¡Pues salvarte! ¿Qué tienes en la cara?

-Es una larga historia. ¿Dónde están Abby y Tyler? -pregunto mirando hacia todos lados, pero estamos solos en el bosque.

-Encargándose de los hombres de Saint, hasta Dexter vino por ti. Lo que hiciste fue una estupidez.

-¿Josh está bien? -pregunto, siendo eso lo único que me interesa saber en este momento.

-Sí -suspira Tristán-. Estará en observación en el hospital hasta mañana. Tiene varios moretones y una mano fracturada, pero estará bien.

-Bien, yo... Solo, ¿podemos ir por los demás e irnos?

-Desatamos la guerra por ti, no podemos solo huir. Hay demasiada magia negra en este lugar como para solo irnos y esperar lo mejor.

Escuchamos una explosión y vemos la columna de humo a unos kilómetros. Mi corazón se encoge dentro de mi pecho por todas las personas que están arriesgando su vida por mí en estos momentos.

-Tienes que llevarme de vuelta -le pido a Tristán y este me mira como si me hubiese salido otro ojo en el medio de la frente.

-No lo haré. Si algo te pasa, Tyler me matará y me cortará en pedacitos. Y me gustaría ver a mis hijos crecer, gracias.

-¡No es momento de sarcasmo, Tristán! Ellos te necesitan y estás perdiendo tu tiempo siendo mi niñero. Llévame de vuelta, te lo suplico, creo que se cómo terminar con esto.

-Si salimos con vida de esto, me deberás una muy grande -dice Tristán encogiéndose de hombros después de unos segundos.

-No es nada que no pueda soportar -sonrío. Me deshago del dichoso manto y rompo la falda del vestido justo debajo de mis rodillas para poder moverme con mayor facilidad. Tristán me carga en su espalda y nos apresuramos a volver sobre nuestros pasos.

El que solía ser el escenario de una boda ahora es una masacre, las sillas están rotas en el suelo o tienen sangre. Los arreglos de flores están destruidos y las rosas están por todas partes. También hay un par de cuerpos, entre ellos el de Saint.

-Ve con ellos, estaré bien -le aseguro a Tristán pero este toma un cuchillo de su cinturón y me lo da.

-No temas usarlo, podría ser la diferencia entre la vida y la muerte.

-Claro -asiente y este por fin se va. Corro y me apresuro a subir al altar destruido. Fuera del shock inicial, me percato de que un dardo de plata directo a la sien es el causante de la muerte de Saint. Miro su mano izquierda, encontrándome con la gran joya negra y sonrío, sintiéndome victoriosa entre tanta desgracia.

El anillo es bastante pesado y tiene unas extrañas inscripciones a los lados. Igual que Saint hizo anoche, toco la gema con la punta de mis dedos, pero nada pasa.

-Vamos, por favor funciona -imploro golpeándolo una y otra vez pero nada pasa. Una nueva explosión me hace encogerme en mi lugar y cubrirme, pero es lo suficientemente lejos como para que no me afecte. Por favor, que todos estén bien. Nunca me perdonaría que algo les pasara por mi culpa.

Luz de Luna (Saga Alfas #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora