Capítulo 32: Encuentros cercanos del tercer tipo

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Una de las ventajas de salir de la manada e ir a territorio humano es que te obligas a ti mismo a aprender a controlar tus cambios con la luna llena para poder mantener tu fachada. Una desventaja es que al no transformarte por mucho tiempo, tu cuerpo literalmente te exige una forma de liberar la tensión. Normalmente el sexo es una buena alternativa, pero considerando que sólo a unos pasos se encuentra mi tío Dexter, prefiero no atentar contra la integridad física de Josh.

El último año si me he transformado un par de veces ha sido mucho, es complicado poder escapar la noche entera de los dormitorios del campus por las cámaras de seguridad en cada esquina.

—Tienes que ir, Peyton —me dice la tía Cynthia mientras guarda los platos limpios en los gabinetes—. Sabes que no es bueno para ti pasar mucho tiempo sin transformarte.

—Lo sé, solo... es complicado.

—No lo es. Tu eres la que te empeñas en hacerlo complicado.

—¿Eh?

Levanto la mirada de mi teléfono en donde estoy leyendo un estudio médico sobre un nuevo medicamento experimental que se usará en el tratamiento del cáncer.

—Si no quieres decirle a Josh sobre lo que eres, está bien, es tu decisión. Pero no por eso puedes dejar de lado lo que eres, sabes que es contraproducente para ti y tu salud.

Después de mamá, la tía C es la segunda persona que más me conoce, no tengo que decírselo para que ella sepa que el no transformarme me ha estado pasando factura los últimos meses. He bajado de peso, estoy más irritable y casi siempre estoy cansada.

Con ella no funciona la excusa de que la universidad es dura.

—¿Qué idea me das? —suspiro por fin cruzándome de brazos.

—Dile a Josh que Dexter necesita tu ayuda en un proyecto.

—¿Un proyecto? ¿A la mitad de la noche? —suelto una risotada y la tía Cynthia deja un último plato en el gabinete detrás de ella—. Tienes suerte de que no tuviste que darle excusas a nadie, te habrías muerto de hambre.

La tía C ríe y se sienta junto a mí en la barra. Siempre me pareció una mujer hermosa con su cabello y ojos castaños soñadores. Tyler se parece mucho a ella y sé que de haber tenido una hija, ella habría sido igual de hermosa.

—Peyton escucha, sabes que más que mi sobrina, eres una hija más para mí, junto con Tyler y Violet. Sé que sabes que no has tomado las mejores decisiones los últimos años y lo entiendo, la pérdida de Damon nos dolió a todos. Sé que crees que no me doy cuenta, pero te duele todo lo que pasó con Jeremy y las chicas. Me quedó más que claro en la fiesta de Ariel.

» Sé que amas a Josh y él te ama a ti y no sólo porque son mates. No pierdas eso solo por miedo, ¿sí? Y mucho menos pierdas a esa niña soñadora que solías ser. Damon ya no está físicamente, sé que duele y nunca dejará de dolerte, pero él siempre estará contigo aunque tú no lo creas.

Por un momento le sostengo la mirada con los ojos anegados en lágrimas. ¿De verdad es un buen momento para soltar todo lo que tengo en el pecho? No lo es, nunca será un buen momento por lo que termino asintiendo.

—Lo sé. Sólo necesito tiempo.

El sonido de la puerta de la habitación de Josh me hace espabilarme y parpadeo con rapidez para deshacerme de las lágrimas que no llegué a derramar.

—Que ese tiempo no te quite lo que más amas. Eso duele más que la incertidumbre.

Escucho las pisadas de Josh por el piso superior dirigirse hacia mi habitación y no puedo evitar sonreír, es lo mismo que hace cada mañana en el universidad: ir a buscarme.

Luz de Luna (Saga Alfas #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora