Capítulo 21: Quiero que seas mi musa

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Planear una cita romántica sabiendo que tu suegra tiene una conexión con una chica maléfica que quiere destruir a la chica que amas, no podría considerarse como lo más cómodo del mundo. Aún más, cuando se toma en cuenta el hecho de cómo decirle al Alfa de tu manada, que casualmente es el esposo de tu prima y el cual te sacó de prisión hace unos cuantos días con tu promesa de no haberle mentido en ningún otro problema legalmente peligroso. Excelente servicio.

Me miro en el espejo y abotono los puños de mi camisa azul oscuro, gracias a unas cuantas influencias de Tristán conseguí una reservación para las nueve en el restaurante italiano Rome, quiero que Taylor pase una buena noche. Escucho golpes en la puerta y frunzo el ceño, las gemelas y Kendall tienden a entrar sin preocuparse por tocar la puerta.

—Adelante —digo dándome la vuelta y me sorprendo al ver a papá aparecer detrás de la puerta.

—¿Tienes un momento? —me pregunta con cuatela y asiento, aún me queda tiempo para ir a buscar a Taylor y llegar temprano al restaurante.

—¿Qué sucede?

—¿Vas a algún lugar importante?

—Tengo una cita con Taylor —le digo y voy al armario para tomar la única corbata que tengo. Lo cierto es que las odio, pero esta es una buena oportunidad para usar una.

—No te quitaré mucho tiempo entonces —dice mientras levanto el cuello de la camisa para hacer el nudo de la corbata—. Necesito que hables con tu madre. No ha estado particularmente.... contenta desde la noche de tu fiesta.

—¿Hablas de la misma fiesta que planificaron ella y Scarlett aún sabiendo que no me gustan? —le digo mirándome en el espejo, hace un par de años que no hago un nudo de corbata, ¿qué tan difícil puede ser hacer uno que se vea decente?

—Sabes que no fue su intención, ella solo quería que pasaras una buena noche.

—¿Invitando a la misma chica que se divierte destruyendo la vida de Taylor?

—Todos cometen errores. Como tú anudando esa corbata, ven aquí.

Papá ríe mientras desata el terrible nudo que he hecho y comienza a arreglar la corbata.

—¿La amas? —me pregunta papá levantando sus ojos azules hacia los míos.

—Como nunca pensé amar a alguien.

—Entonces supongo que debes entender porque quiero que hables con tu madre. No querías que nadie le hiciera daño a Taylor y entenderás que para mí es horrible ver que eres el responsable de su agobio.

—No quise hacerla sentir mal a propósito, papá. Lo juro.

—Te creo. Pero también debes entender que para ella es muy difícil tenerte lejos tanto tiempo y que los. Pocos meses que estas en casa te comportes de esa manera con ella cuando solo quiso hacer algo lindo por ti.

—Hablaré con mamá. Lo prometo —le sonrío y papá asiente conforme con mi respuesta y con su trabajo con la corbata.

—De acuerdo. Y por cierto, trae esa chica más a menudo, escuché una historia de ustedes dos bajo la lluvia hace unos días y habría sido divertido presenciarlo.

—¡Demasiada información, papá! —le suelto avergonzado y ríe colocando sus manos en mis hombros.

—Ya sabes que no te lo digo muy a menudo pero estoy orgulloso del hombro en el que te estás convirtiendo y sé que algún día, en un futuro lejano, llegues a sentir por alguno de tus hijos, el orgullo que yo siento por ti.

—Muy bien papá, se me hace tarde. Tengo que irme.

—Claro —ríe papá a sabiendas de que este tipo de muestras de afecto siempre me han parecido muy incómodas. Tomo la chaqueta del traje del espaldar de la silla de mi escritorio y salgo de mi habitación dándole una sonrisa apretada a mi padre.

Luz de Luna (Saga Alfas #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora