Capitulo Uno.

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15 de Enero del 2010

Estoy dispuesta a mucho para llegar a donde quiero llegar, solo sé que soy una de las mejores de la clase en varios puntos: en velocidad, habilidad, tiro entre otros. Según mi padre, nací para esto y esto es lo que soy. Los primeros días fueron matadores, de esos días en los que no te podías levantar de la cama. Con el tiempo, mi cuerpo se fue acostumbrando a las exigencias, al entrenamiento diario.

– Realmente aguantas mucho más de cuando comenzaste el entrenamiento – dice mi padre riendo– dentro de poco me superas a mi, que dentro de todo soy uno de los mejores.

– Ya soy mejor que tú -–le digo riendo.

– ¿Estás segura que quieres estar en ese equipo con hombres?

– Seguro que voy a ser mucho mejores que ellos -–comentó mientras mi padre me tiende el arma–. Seguro que les rompo el culo, tengo una habilidad nata.

– Oh, estás muy segura pero ten en cuenta, que esa seguridad puede terminar dañandote.

– Sabes que cuando el cuerpo, la mente o más bien el presentimiento te llama para algo, no te podes negar. Llevo años entrenando para entrar a un equipo como este, llevo años esforzándome. Creo que me merezco un poco de confianza, hace muchos años.

– Bueno, un poco de razon tienes, pero al mismo tiempo tienes 16 años y eso hace que la CIA dude si llamarte a un equipo que puede hacer que mueras, no me gusta mucho la idea, pero se lo que es y tambien se que si la CIA te citó para este equipo es porque es bueno y se rumorea que es muy buen equipo.

Mi padre es un agente especial de la CIA desde su juventud. y ahora le está pasando su legado a su hija del medio. De mis tres hermanos, la única que aceptó entrar a la CIA. Lo que no se si a mi hermana mayor, Clarissa se lo ofrecieron, aunque pasa encerrada en su habitación como una nerd estudiando, bueno y mi hermano la rechazó, según papá.

– ¿Por qué fui la única que aceptó estar en la CIA?

– Bueno, a tu hermana ni siquiera la puse en la lista. ¿Te la imaginas corriendo detrás de un asesino?

Intente proyectar en mi mente a mi hermana corriendo detrás de alguien, de cualquier persona. Es mas, me la quiero imaginar en clase de deporte tratando de hacer algo, cualquier tipo de deporte.

– No, definitivamente no.

– ¿Entonces? Ahora entiendes porque no la puse en la lista.

– Pero Zack se negó.

– Bueno, él dijo que el deporte no solo no era lo suyo sino que jamás en su vida intentaría arrestar a una persona o hacerle daño. Muy Zack, entonces entendí quien era la persona perfecta para este trabajo, en el fondo la que más se parece a mi, porque Cass salió a tu madre y Zack es una mezcla de los dos, pero vos, tenes todos mis genes.

Ahora entiendo mucho, es verdad. Las historias de mi padre, de los líos en los que se metia o como yo que siempre que puedo me meto en líos -. A los 16 años, he ido al menos 5 veces a la comisaría, casi siempre arrestada.

– Definitivamente tu eres mi calco –dice papá vaciando el cargador en la plancha de blanco que está a unos metros de nosotros.

– Bueno, es una mierda ser tu calco –él me miró para reírse.

– Se nota que amas a tu pobre padre.

***

Observó al grupo de chicos entrenar, son 5. No voy a negar que son realmente muy buenos. Además , todos llevan unos cuantos años en la CIA haciendo todo esto y yo aún no hice ningún caso o misión, ni estuve en acción, . Lo único que he hecho hasta ahora, es misiones ficticias con armas de pinturas o puntería al balnco con armas reales.

Mi Prohibido Instructor (Libro #1 Saga Agentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora