Capitulo Diecisiete

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31 de Octubre del 2012

Despertarse así es raro, tengo calor. Demasiado calor y si no me equivoco hay un cuerpo a mi lado abrazándome por la cintura y ronca. Me volteo lentamente para mirar a Alex, está dormido abrazándome por la cintura lo que lo hace realmente sexy.  ¿En qué momento de la noche el se pasó a mi lado de la cama y me abrazo de la cintura? Me estiro para tomar mi celular de arriba y mirar la hora, dentro de quince minutos suena la alarma. En un rápido movimiento logro zafar de su agarre, camino hasta mi maleta para tomar la ropa y la toalla. Realmente se ve lindo durmiendo.

Salgo del baño ya vestida para el colegio, tengo la toalla en la cabeza evitando que el pelo moje mi ropa, giro mi cabeza hacia la cama donde ya no está el cuerpo de Alex, mi alarma debe haberlo despertado.  Avanzo hasta la cocina, donde me encuentro a Alex aun de piyama con el pelo totalmente revuelto cocinado panqueques.

-          De verdad no quieres que te cague a putiadas  porque te pasaste a mi lado en la mitad de la noche y me abrazaste.

-          Estaba muy incómodo en el sofá y pensé que me iba a despertar antes que vos pero no me salió. ¿Sirven los panqueques?

-          ¿Panqueques con que? – Cuestiono, sentándome en la mesa.

-          Bueno, tengo dulce de leche que no se consigue normalmente y sino alguna mermelada. ¿Siempre te bañas de mañana?

-          Si, aunque si caigo con olor a hombre en el liceo me matan.

-          ¿sos la santa? – Pregunta riendo – No me lo venía venir de vos.

-          No estoy llendo a las fiestas porque trabajo todos los fines de semanas pero el día que tenga uno fin de semana libre lo más seguro que salga pero siempre salía para llevarle la contra a mi madre.

-          Anoche cuando me pase a tu lado ni cuenta te habías dado, ¿Puedo averiguar porque no te inmutaste?

-          Normalmente cuando Luke se queda en casa compartimos cama – Digo – No del tema perverso ósea desde niños compartimos cama y como somos más bien hermanos nadie nos dice nada.

-          ¿No estas enojada?

-          No – Conteste – Estabas incomodo en el sofá, es entendible.

El abre los ojos muy grande y ríe colocando un panqueque en uno de los platos. La verdad es que me gustaba sentir su calor en la noche, sentir su cuerpo a mi lado y creo que es por es que no estaba molesta, porque me gusto. Lo ayudo preparando el café.

-          ¿Hoy te quedas en casa? – Pregunta.

-          Em, si no tienes planes.

-          Creo que ahora los tengo – Comenta riendo – Pensaba invitar a mi hermana, está en la ciudad y bueno quiero que tu estés, le caíste demasiado bien.

-          Umm, si – Dije- Igual tengo que ir a la oficina a trabajar un rato y entrenar.

-          Tenemos que ir a ver al hombre de la Aduana. Hoy en la tarde.

-          ¡MIERDA! – Digo furiosa -  Si se me había olvidado.

-          Puedo ir solo.

-          No, prefiero estar ahí – Comento – Me las arreglo para estudiar Historia.

-          ¿Examen?

-          Prueba, no sé ni porque pero ta.

Terminamos de desayunar y lo ayudo a levantar. Me peino el cabello que ahora está un poco más seco y no me va a mojar la remera.  Tomo mi mochila y las llaves del auto. Alex está en su habitación con una remera en la mano, cuando me ve camina hasta donde estoy.

Mi Prohibido Instructor (Libro #1 Saga Agentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora