Capitulo Cuatro

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10 de Septiembre del 2012

Definitivamente estar en casa es mejor que estar en Nueva York en este momento pero pensar que una vez que suene el despertador me voy a tener que levantar para ir al colegio, eso sí es mal humor. En realidad no estoy de mal humor, ni bajón es que con solo pensar que tengo que estudiar, ya me sacan las ganas de vivir. Siempre se me pasa, cuando me junto con mis amigos y hablamos mal de los profesores, eso es lo divertido.

Apago la alarma antes de que suene. Por lo cual entró a la ducha despojándome de la ropa de dormir. Abro el grifo y dejo que el agua caliente a la temperatura que a mi me gusta. Cierro los ojos cuando el agua caliente toca mi cuerpo para luego ponerme el shampoo y el acondicionador, luego de enjabonarme el cuerpo salgo de la ducha envolviéndome en mi toalla de flores.

Me coloco lo más típico que tengo, unas vans negras, unos jean negros todos gastados, una musculosa abierta de los costados, mi celular junto con el dinero en el bolsillo derecho y en el izquierdo las llaves de la casa y de mi Porche.

Tomó la mochila y salgo de mi habitación para encontrarme a mi hermano también pronto para ir al colegio. Me mira de arriba abajo y yo hago lo mismo que él.

– ¿Vas a ir así? –preguntamos al unísono.

Ninguno de los dos nos contestamos. Corro escaleras abajo para chocarme con mi madre que ya iba vestida para el trabajo.

– Hay tostadas y café –dice y luego se gira hacia donde estoy ubicada - Voy a llegar tarde a casa, nada de chicos excepto a Luke –se giró sobre sus talones y salió.

Me siento en la barra de desayuno y pongo el café en la taza, colocar tres cucharadas de azúcar mientras mi hermano coloca la manteca arriba de la mesa. Luego de tres tostadas y dos tazas de café definitivamente estoy lista para irme al colegio.

-– ¿Te llevo? –le pregunto a mi hermano mientras recojo mi mochila del piso.

– Claro –contestó él.

Mientras que yo prendo mi auto, el cierre con llave la casa. La ventaja de tener el auto que tengo, es que llegas bastante rápido a todos lados, herencia de papá para su hija rebelde y que mi madre rezongue y me diga que tengo que pagar las multas de exceso de velocidad.

***

El colegio al que asistimos Luke, mi hermano y yo es bastante grande, pero los Jones recibimos la herencia de Cassandra Jones y su inteligencia. Se trata de dos edificios sin contar el gimnasio, la piscina y la cancha de fútbol y basquetbol, además de cancha de Futbol americano. Rápidamente consigo un buen estacionamiento, cerca de la puerta y eso me hace feliz, es difícil conseguir un lugar como este, a unos veinte metros de la entrada. Mi hermano baja a reunirse con sus amigos, que son tres. Yo mientras tanto salto por arriba de la puerta y camino hacia la entrada en busca de mi loker donde me dejaron mis horarios.

Mientras leo mis horarios apoyada en mi loker una voz a mis espaldas me asusta.

– Química, Matemática y deportes juntos –Luke me mira triste– Es injustos. Quiero que estemos en más clases juntos aparte en deporte me superas y la pasar filosofía separados es aún más mierda.

Me largo a reír mientras él finge que llora, Nina se acerca a nosotros, comparto otras dos materias con ella. Nina no es tan unida a mí como lo es Luke pero somos muy amigas. Nina es castaña y de ojos marrón verde, es apenas más baja que yo.

– ¿Vamos a Molly's hoy? –pregunta.

– No puedo –contesté– Mamá me necesita en casa – Aunque mentía, iba a reunirme con Alex a hablar de lo que pasó en Nueva York, a pesar de que ya me reuní con él por ese tema que fue que me dijo que mi hermana no corría peligro y ademàs es día de entrenamiento con el equipo– Pero diviértanse.

Mi Prohibido Instructor (Libro #1 Saga Agentes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora