Lo que grito para tenerte

46. Ramón

Apoyar a quien decide tenerlo.

Apoyar a quien decide no tenerlo.

Apoyar es la única opción, porque el día que necesites de las personas por cualquier cosa que la vida te arroje, querrás el apoyo que te niegas a dar. 

¿Es la hipocresía más importante que un abrazo?

Porque según como lo vemos, la hipocresía no puede cambiar el mundo.

Un abrazo, sí.

Me quedo leyendo las palabras una y otra vez, en medio de la multitud que se arremolina alrededor del campo de fútbol, donde han escrito sobre el césped con aerosol. Es muy inteligente porque no es permanente. Solo deben esperar que el pasto crezca y cortarlo pero, a su vez, este mensaje estará aquí por un par de días. En realidad, es probable que quede en nosotros para siempre, porque todos están sacando fotos y grabando la expresión atónita del director, e internet inmortaliza cualquier cosa.

Miro el mensaje y me golpea. Reconocería la letra de Kassian en cualquier sitio. Pues él dibuja tatuajes con lapicera en mi brazo cuando estamos aburridos en clase, me pasa fotos de la tarea e incluso hace la mía a veces. Hace a mano todas mis tarjetas navideñas y escribe «Feliz cumpleaños, Ramón» con crema batida sobre los pasteles cada año.

«Dibujaba, estábamos, pasaba, hacía, escribía», me percato. Porque ya no hace ninguna de esas cosas.

Y es mi culpa.

Al levantar la vista, encuentro a Amapola del otro lado del campo. Ralph rodea sus hombros, Faith le toma la mano y Sob rodea a todos en un abrazo desde atrás, descansando la cabeza en el brazo de Ralph.

Apoyar es la única opción.

A veces solo basta de algo tan pequeño como una oración de cinco letras para darte cuenta de lo equivocado que estabas.

Cuando la escuela entera estalla en aplausos, quiero aplaudir también.