2. Abelia

14.7K 2.8K 234
                                    

—No voy a ir —digo por tercera vez, apretando mi mochila contra el pecho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No voy a ir —digo por tercera vez, apretando mi mochila contra el pecho.

—Es una cita doble, será divertido —promete Ralph, tratando de tomar mi mano, pero no se lo permito—. Pensé que Jones y Faith te agradaban. La acompañaste a ir de compras la última vez que salimos.

—Que sea cortés con la gente no quiere decir que me agrade —replico, y él suspira en respuesta, pasando una mano por su rostro con cansancio—. Sal con ellos, sé que intentas caerle bien a Jones para que te invite a su fiesta, pero no me arrastres. Faith dice cosas horribles sobre las demás chicas, es como si no supiera hacer más que criticar. Perdóname, pero no quiero pasar el rato con gente así. La última vez tú te fuiste a jugar no sé qué con Jones y no me quedó otra opción más que estar con ella. Eso no volverá a ocurrir.

—¿Y por qué no me dijiste todo esto cuando sucedió en lugar de hacerlo dos meses más tarde? —Su voz es más suave mientras ladea la cabeza para mirarme. En sus ojos marrones aparece la comprensión, pero ligada a la frustración—. Siempre te guardas todo y eso trae problemas después, como ahora. ¿Por qué es tan difícil decir tu opinión en voz alta de forma voluntaria? 

No le contesto y deja de apoyarse contra la pared.

—No me gusta y resulta agotador sacarte las palabras con pinzas, Aba —dice, acercándose para que nadie más nos oiga—. Al final parece que te estoy forzando.

—Lo siento.

Él me sostiene la mirada un rato más.

—Me inventaré una excusa sobre que no puedes ir, no te preocupes. —Enmarca mi rostro con sus manos y deposita un beso en la cima de mi cabeza—. Ya casi termina el descanso, ¿te acompaño a clase?

Niego con la cabeza.

—Nos vemos esta tarde, ¿sí? Trae tus apuntes de escritura creativa, te ayudaré a estructurar tu historia —digo a modo de despido.

Él asiente. Vacila al alejarse, esperando que diga algo más al respecto, pero termina marchándose. Aflojo el agarre en mi mochila antes de pasar las correas por mis brazos, manteniéndola al frente. Mientras camino la abro y rebusco mi bolsa de maquillaje. Subo las escaleras aún con la vista fija en ella, no queriendo sacarla por miedo a que alguien note lo que hay dentro. Sé que es tonto, no es transparente, nadie se daría cuenta, pero estoy nerviosa y los nervios siempre inventan posibilidades inexistentes.

Me desvío al baño del segundo piso, sabiendo que es el menos utilizado. Pasando junto a las máquinas expendedoras capturo el reflejo de una chica preocupada. 

No quería estar con Faith, pero una vez tuve que hacerlo. Luego de eso, como le dije a Ralph, nunca más.

No quiero hacer esto, pero ahora tengo que hacerlo. Luego de esta vez, espero que nunca más...

Lo que grito para tenerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora