Ella volvería

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Shikamaru llegó a su casa, y cerró la puerta.

Estaba todo oscuro y en silencio. Se quedó mirando un rato, y luego comenzó a quitarse los zapatos.

Constantemente venía a su cabeza la idea de que ella no volvería a la aldea nunca más. ¿Porqué lo haría? ¿Kitsume se lo habría prohibido a causa de él? De ser así... ¿Ella lo habría aceptado? Un nudo comenzó a surgir en su garganta. ¿Aceptaba no volver por un capricho celoso de su futuro esposo?

«Mendokuse» dio un suspiro y comenzó a caminar hacia su cuarto. Deseó haber hecho distinto las cosas. Pero ahora no quería pensar en lo que sucedería. No quería pensar en nada en realidad...

Con todo listo, se acostó.

La luz de la luna iluminaba suavemente la habitación, y aunque todo estaba en silencio, por primera vez en mucho tiempo, le costó conciliar el sueño.

Ese día habían pasado muchas cosas. Cosas que su mente no dejaba de llevarle constantemente para no dejarlo tranquilo. Se sentía extraño. No era agradable sentirse así, pero ni siquiera sabía cómo eso se podía definir. ¿Era pena?... ¿Angustia? No estaba seguro. Se sentía pesado.

Quizás era mas bien tristeza... ¿Tristeza de saber que ella se casaba con alguien que no la amaba? ¿O tristeza por no saber si ella había accedido a no volverlo a ver? Quizás eran ambas... O quizás era más bien por no saber si la volvería a ver. Porque simplemente, su mente no podía entender el hecho de que no la vería otra vez. El concepto de no volverla a ver, lo tenía claro... Pero por alguna razón no parecía sentirlo real.

Miró el reloj despertador a su costado.

Estaba angustiado. Definitivamente eso parecía ser lo que mejor le describía. El aire era denso, y lo aplastaba contra la cama impidiéndole respirar con profundidad.


 ¿Ella se iría para siempre? Para siempre... y no volvería. Eso le había dicho... Así que nunca mas la vería...

Pero no lo creía.

¿Cómo habrían sido las cosas para su padre? Habían dicho que le había pasado algo bastante similar. Que él se había dado cuenta cuando su madre iba a irse... Pero, ¿cómo logro darse cuenta? Tragó saliva mientras se fijaba en el la esquina de la pared superior. ¿Por qué los Nara tendrían que salir así de complicados? Suspiró. Se sentía extraño ser así... Detestaba tener que haber salido así.

Intentó voltearse para poder dormir.

Todos alababan la inteligencia de los Nara. Todos, y era agradable saber que la aldea entera contaba con su ayuda como estratega y demás cosas de inteligencia; pero si por eso no era capaz de procesar bien lo que sentía, hubiese deseado ser alguien más normal. La gente normal se veía feliz. La gente normal, se enamoraba y sabía que era feliz. ¿Había algo más importante en ese mundo que ser feliz? Él... él seguía confundido y aterrado con un futuro incierto junto a alguien más, por mucho que pareciera sentir algo más. ¿Pero cómo podía ser eso amor? No lo comprendía. ¿Cómo es que otra gente se enamoraba y sabían de inmediato que esa persona era la indicada?... Había hablado hace tiempo con Ino sobre eso. La rubia le había dicho «simplemente lo sabes» ¿Y eso qué rayos significaba? Él no lo sabía... No lo sabía, porque no tenía como saberlo. No entendía de dónde sacaba la gente argumentos para lograr afirmar con seguridad eso. Él no tenía como saberlo. ¿Cómo sabes que esa persona es la indicada? La persona con quien vas a ser feliz por siempre... ¡¿De dónde sacaban esos datos del futuro?! Frunció el ceño.

Ahora estaba molesto. Consigo mismo molesto.

Esa tarde había imaginado tener una familia con ella... Lo había imaginado, y por un bonito momento resultó bastante grato. Su estomago se apretó. Sintió bastantes cosas cuando la imaginó como su esposa...Pero luego... pero luego las dudas y los miedos lo asaltaron como siempre lo habían hecho. Un miedo extraño. ¿Si realmente la amaba, podía pasarle algo así? Kankuro había dicho que sí. Que el problema no era él, sino la gente que romantizaba mucho las cosas. Suspiró. Pero entonces... ¿Como sabía qué era lo que sentía? Volvió a abrir sus ojos para fijarlos en el cielo.

¿Es que vas a rendirte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora