¡Qué fastidio!

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Solo habían pasado tres semanas. Solo tres semanas y ella estaba devuelta en Konoha. El mensaje de Gaara para lady Tsunade esta vez era urgente. Temari había ido lo mas rápido que pudo, pero el viaje era largo y ahora además estaba cansada.

—estas apurada— dijo Shikamaru cuando ella llegó y se echo andar rápidamente a la torre de la Hokage.

—Gaara pidió que fuese urgente.

—¿pasó algo malo?

—No... todavía.

Con otro suspiro Shikamaru apuró el paso también.

Pronto llegaron donde la Hokage y Temari le pasó el rollo. Shikamaru miró a su compañera que estaba al lado y luego a Lady Tsunade que leía bastante rápido.

Sería una mañana movida al parecer.

—necesito que envíes un mensaje devuelta —dijo mientras se ponía a escribir.

Shikamaru miró a la Hokage. ¿Ella no se quedaría a descansar?

—Shikamaru, Temari te acompañará durante el día. Tu seguirás ocupado con el código.

—no hay problema.

Temari y Shikamaru salieron. Afuera del pasillo se miraron unos instantes y Shikamaru dijo que debía ir al piso de abajo. Allí trabajaba en el código.

«La chica de los lentes» pensó. ¿Qué tanto estaría pareciéndose a ella después de reconocer que el vago le gustaba? Temari lo siguió hasta el salón de siempre. Cuando entró miró por todos lados pero la chica de gafas no estaba.

—Shiho tuvo que viajar.

¿Tan obvia había sido? Bueno, si había mirado toda la habitación, pero no había dado mucha evidencia mas que de eso.

—Hay bastante movimiento últimamente. —dijo ella poniendo sus manos en la cadera. Intentaba cambiar de tema.

—Ni me lo digas —dijo sentándose en un escritorio—, he liderado bastante misiones y ahora me traen para que resuelva este código. Es un fastidio.

—¿Necesitas ayuda?

Shikamaru se dio vuelta a verla.

Ella levantó las cejas intentando no desconcentrarse y permanecer seria.

—¿Cuánto tiempo estarás?—preguntó él.

—Solo hasta que Lady Tsunade me entregue el mensaje. Debo llevárselo a Gaara pronto. Ni siquiera sé si pueda comer algo antes de irme.

—Al menos almorcemos en Ichiraku. Te entreguen o no el mensaje antes de eso.

¿Como podía decirle que no cuando la miraba así?

—está bien.

Temari miró hacia un costado y luego los papeles de él.

—ayúdame a escribir estos reportes —suspiró—, es fastidioso el papeleo.

Temari disimuló su sonrisa bastante bien y fue a sentarse en el escritorio frente a él. La mañana pasó rápido. Habían hablado algunas cosas mientras trabajaban. Nada de vital importancia, pero a esa hora ya comenzaban a tener hambre.

Salieron de la torre del Hokage y caminaron hasta Ichiraku. La comida la servían rápido, por lo que no perderían nada de tiempo.

Se sentaron y ordenaron.

—¿Como ha estado Kurenai? —Preguntó ella— ¿Así se llamaba?

Shikamaru asintió.

—bastante bien.

¿Es que vas a rendirte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora