¿Es que vas a rendirte?

Siete

Su mamá había cumplido lo prometido.

Había llegado el día de la reunión y hasta ahora no había mencionado nada molesto respecto a ella.

Cuando llegaron al lugar, él caminó hasta el salón. Como siempre, había sido el ultimo en llegar, solo que por primera vez, había sido puntual. Para la reunión, solo iban dos embajadores de cada aldea, y una vez al año se reunirían con los kages y sus dos escoltas.

Quien moderaría esa vez sería un tipo de pelo azul, de la aldea de la niebla.

Shikamaru tomó asintió y esperó a que se iniciara la reunión.

Miró discretamente hacia donde estaba ella. Ahí estaba ella con sus coletas y mirando al orador de forma seria. No se había volteado a mirarlo en ningún momento, y acababa de notar que, para colmo, anhelaba intercambiar esas miradas que tenía con ella aunque fuera un poco. Quería sentir esa extraña sensación que le provocaba cuando lo hacían. 

Shikamaru volvió a mirar hacia el frente. Por alguna razón no había ido con Kankuro. Seguramente debía estar en alguna misión.

El chico de pelo azul comenzó a hablar.

Como era la primera reunión hablarían de organización. Eran cinco aldeas, y como eran cinco y no cuatro ni seis, se organizarían en dos subgrupos de dos, y una persona haría de mediador. El que quedara solo sería en encargado de dirigir la información entre los subgrupos. No sería tan complicado. 

Dispusieron el sorteo y a la aldea de la roca le tocó estar sola. Temari sacó el numero dos y luego Shikamaru también obtuvo el numero dos. Un ligero cosquilleo le envolvió el estómago. De inmediato miró a la rubia que ya lo miraba seria.

Chojuro entonces explicó la función de cada uno. Se trabajaría en parejas por el resto del tiempo. Se compartirían información respecto a algún problema que pudiese sobrevenir y se entregaría un informe al embajador de la aldea de la roca, él se encargaría de compartir el informe con el otro par de aldeas. En parejas era mas fácil realizar el trabajo.

Shikamaru suspiró sin poder creerlo. ¡Volvería a trabajar con esa mujer!

Chojuro siguió explicando la organización que se tendría de ahora en adelante, pero Para Shikamaru todo se reducía a que vería a la problemática más seguido de lo esperado, y además tendrían bastante trabajo. El pleno desarrollo de las aldeas se alcanzaría en unidad. Suspiró. Eso sonaba a bastante trabajo.

—Bien. Trabajaremos en Parejas el resto de la tarde —habló el de pelo azul—. Luego veremos como intercambiaremos todo con la aldea de la roca, y con eso, terminaríamos por hoy.

Shikamaru miró a Temari. Ésta lo miró y él sintió nuevamente esa extraña sensación que lo envolvía cada vez que sus miradas se encontraban. La vio levantarse y caminar hacia él. Los otros dos que serían pareja también se habían sentado juntos. Temari corrió la silla y se sentó a su lado.

¡Qué suerte había tenido! Significaba que iba a verla más seguido... Una parte de él estaba feliz, pero otra parecía lamentarlo profundamente. ¿Cómo compartiría con ella después de todo lo que se había admitido?

—Bien... ¿Cómo lo haremos?—Temari sacó un lápiz y comenzó a anotar en su hoja.

Shikamaru intentó concentrarse.

—Creo que deberíamos partir por organizar el tema de los tiempos... —comenzó a anotar las secciones que hablarían—y los viajes... Podríamos...

No, no estaba enamorado de esa mujer, ni iba a estarlo. Shikamaru volvió a repetírselo unas dos veces mientras ella hablaba. No quería complicarse la vida con esas cosas.