¿Es que vas a rendirte?

No dejaría que eso avanzara más

Su corazón no se tranquilizaba, y su estómago había comenzado a revolvérsele. Después del viaje de tres días hasta Konoha, al fin veía las puertas de la aldea, y aunque quería y no quería al mismo tiempo, levantó la vista para ver al hombre que había estado esperando ver desde hacía dos semanas. Dos cortas, pero largas semanas.

Temari sintió que la ansiedad se apoderaba de ella. Había estado dándole vueltas al asunto desde que Shikamaru se fue. No había estado tranquila ni un solo segundo de esas dos semanas, y lo peor, es que todo parecía apuntar a que él realmente sentía algo por ella. ¡Por imposible que todavía le pareciera!

El no ser de Konoha descartaba a un montón de mujeres. ¿Con quien mas tenía contacto él aparte de las mujeres de Konoha? En las reuniones solo estaban ella y la actual Tsuchikage. Entre ellas dos sólo pasaba tiempo con ella, considerablemente más tiempo con ella. ¿Pero podría existir alguien mas? Tampoco lo podía asegurar. Aun no se quería ilusionar.

Shikamaru por su parte caminaba hacia a la entrada, con su estomago ya revuelto desde hacía tres días.

Había hablado con Chouji y con Karui. Entre los tres habían estudiado los posibles casos, pero fue gracias a ella que tenía un poco más claro cómo era que funcionaba la mente de esa problemática. Aun así seguía preocupado. Él le había cedido una ficha bastante importante y ella solo se quedó mirándolo. De no ser por eso, la probabilidad de que ella sintiera algo por él subía cerca del 96%, en cambio, debía tener en cuenta el amplio margen que obtenía con la información que de ella había obtenido. Con los otros dos, concluyó que la probabilidad de que ella sintiera algo por él, era del 76%, y aunque no era un cien, setenta y seis ya era bastante más de lo que hubiera imaginado. Karui había sido clave para descifrar a la problemática. Tragó saliva. Bien. Con un 76% de probabilidad de que ella sintiera algo por él, iniciaba el juego esa mañana... ¡Y eso solo lo ponía más tenso! Apenas pudo dormir la noche anterior de lo ansioso y estúpido que se sentía.

Continuó caminando.

La última vez se había atrevido a decirle que tenía cierto interés por alguien, e incluso había llegado más allá, y había confesado que aquella mujer no era de konoha. Suspiró algo nervioso. No se había atrevido a confesarle que estaba enamorado en realidad, porque quería medir primeramente su reacción.¡ Y no había sido nada fructífera en realidad! Ella había sido algo cortante, y no sabía si indiferente también. Bueno, antes de irse tuvo que agregar que no era de Konoha, pero ella no le dijo nada. Solo lo miró.. ¿Se habría sentido ella aludida? De ser esa respuesta afirmativa, según cómo se comportara hoy lo averiguaría. Suspiró. No tenía mas remedio que averiguarlo durante ese día. Y estaba nervioso, ¡Sumamente nervioso!

Como pudo se apoyó en la puerta, y se cruzó de brazos. Levantó la vista para fijarse que la rubia resultaba que ya venía llegando. Una sonrisa se asomó ligeramente por su rostro, pero intentó ocultarla rápidamente. Aunque se sonrojó igualmente. A ella el color lila le quedaba bien. Esas dos coletas la hacían lucir extremadamente bien... Esa falda ajustada con ese corte y esos guantes que ella usaba... ¡Kami-sama! Se podía ver a leguas que era tan fuerte y ruda como siempre. 

El aire comenzaba a faltarle.

Temari se paró frente a él. Y ambos se miraron fingiendo que estaban tranquilos.

—Hola—dijo ella sin mirarlo demasiado. Pronto fijó la vista en el camino principal.

Shikamaru se concentró en no evidenciar cosas tampoco. La saludó y comenzaron a caminar por el camino principal.

¡Kami-sama! ¡¿Por qué se sentía tan tenso y nervioso?! Había caminado junto a ella por años, y nunca se había sentido tan torpe como ahora por intentarlo. Parecía que estar consiente de lo que sentía, lo dejaba vulnerable. Cualquier error y podía ver el fracaso de una futura relación. Acomodó sus brazos detrás de la cabeza. Se sentía rígido, pero aparentaría estar de lo más tranquilo.