P. D:

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¿Así que ella quería irse sin despedirse? mujer problemática, «como si no quisiera que la besara». Sonrió sutilmente para no perder el contacto con sus labios. 


¿Intentaba probarlo? ¿O es que simplemente le gustaba que fuera él quien tomara la iniciativa para ella no verse desesperada? Rodeó su cintura un poco más para acercarla. Apuesto a que jamás lo sabría. Él mismo aun no había admitido explícitamente lo desesperado que se sentía cada vez que debían separarse; y seguramente tardaría en enterarse si a ella le pasaba de la misma forma... Pero aun así, esos besos daban muestra de una posible evidencia. Sonrió al sentir nuevamente la lengua de ella.

Sí, podía ser una evidencia. 

Ella no puso ninguna resistencia cuando él comenzó a besarla nuevamente en lugar de irse... Ni siquiera tuvo que insistirle. Ella simplemente sonrió, y se dejó con total disposición. «mujer problemática», algún día averiguaría cuánto se desesperaba.

Sonrió, sintiendo cada sensación de proximidad con su cuerpo. Estaba loco. Definitivamente esa mujer lo tenía loco. ¿Era normal sentirse así de loco? No tenia idea, pero era extraño y sorpresivo que no le molestara parecer un completo idiota cada vez que la miraba. Y es que por primera vez, sentirse un idiota no le importaba. Sonrió más. No le importaba.

¿Y cuánto tiempo ya llevaban? No tenía idea ni le importaba. Hace rato que Lo único que cabía en su mente, era la planificada pregunta que quería hacerle y no sabía de qué forma atreverse. Porque, aunque no sabía nada de esas cosas, de cierta forma, se entendía que importaba bastante la forma de redactarla.

Debía generar la impresión correcta, ¿no?

—¿Qué hora es? —oyó a la rubia que acababa de iniciar una pausa.

«Aun no» suplicó en su mente, interrumpiendo y volviendo a besarla mientras negaba con la cabeza. No quería ver la hora y sabía que en el fondo ella tampoco quería que la viera. ¿Para qué fingía estar interesada en la hora?

Debía ser ahora. Debía decírselo ahora...

—Shikamaru... es tarde... —susurró ella sin siquiera abrir sus ojos, ni intentar separarse. Bastaba solo fingir que que le importaba el deber en una situación así para dejar tranquila a su conciencia.

El asintió y beso continuó como si nada mas importara. ambos volvieron a abrazarse deseando que ese día no fuera a acabarse. ¿Por qué tendrían que alejarse? Nunca se había hecho tan necesario un tren entre ambas aldeas. Y aunque ahora, solo se alejarían por una noche, de todas formas parecía una tortura innecesaria para realizarse. ¿Por qué tendrían que separarse?

Porque era tarde. Ambos sabían que era tarde...

—¿Vas a llegar temprano mañana? —susurró el, intentando distraerse y relajarse.

Y ella asintió mientras lo besaba. No podía creer que otra vez se despedirían varias veces antes de separarse.

Temari acarició levemente su mejilla. Aunque una parte de ella aun temía quedar en completa vulnerabilidad, sus deseos de besarlo se incrementaban obteniendo una mayor ventaja. ¿Y si todo salía mal? Bueno, aunque mas adelante doliera no lo iba a pensar ahora. valía la pena disfrutar cada segundo que pasara con él porque nada más importaba. Besarlo una y otra vez era lo mas hermoso que alguna vez pudo imaginar que llegara a suceder... Y no se iba a detener.

Pero el que se detuvo ligeramente fue él.

Sin comprender porqué, ella abrió sus ojos. Por alguna razón él no se alejó. Seguían igual de cerca, solo que él se había detenido... ¿Esta si sería la ultima despedida?... No, no quería que lo fuera todavía. Con todavía un mayor anhelo, ella cerró sus ojos para intentar iniciar otro beso. Uno que no duro mas de cinco segundos, porque el volvió a detenerse, determinado, y rígidamente frío.

¿Es que vas a rendirte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora