¿Es que vas a rendirte?

¡Oh! ¡Vamos!

Shikamaru había pasado a buscar a Chouji y luego a Ino, pero la rubia le había dicho que ya tenía listo el regalo para la boda, así que no iría con ellos. Él todavía no tenía nada en mente y debía pensar en algo especial... ¡Pero esa Ino! ¡al menos pudo haberlo ayudado!...

Incluso ahí, almorzando ese día con Chouji, acababa de descubrir que su amigo ya tenía listo el regalo también. ¡¿Cómo era posible?! a ese paso él sería el único que se perdería la boda de Naruto por no tener regalo... y por supuesto no podía perdérsela, seguramente Temari vendría y...¡Ni pensarlo! no podía quedarse fuera de la boda. Sin mencionar que le daría vergüenza. Debía esforzarse por lograrlo. 

Shikamaru echó a correr su mente para pensar en todas las posibilidades que tenía. Debía ser algo practico y útil, pero romántico... no podía ser algo perecedero... quizás dinero.... No, no podía ser dinero; pensarían que le había parecido un fastidio pensar en algún regalo bueno y había decidido optar por el camino fácil. Así que no, no podía ser dinero.

—Shikamaru...— Chouji vio que su amigo estaba tieso, bastante atormentado...—¿estás bien?

—Sí sí—balbuceó volviendo a incorporarse. Tampoco era momento de rendirse... recién estaba comenzando...

Chouji siguió hablando de viajar a a nieve, y algo de un helado.

¡Y entonces el Nara tuvo la mejor idea que pudo obtener para su regalo!

—¿Una luna de miel?

Shikamaru asintió mientras caminaba junto a Chouji por la aldea. Iba a regalarles una luna de miel en las aguas termales.

—¿Y a dónde irán?

Bueno...

—Primero decidiré el sitio, luego tendré que comprobarlo... Ademas, pesando en Hinata, también necesito el punto de vista de una mujer—Ya tenía mas que claro que experto en mujeres, él, no era. 

Se quedó pensando en cómo solucionar ese pequeño problema

—Si estuviera Ino...

—¡Ahí está!

Shikamaru levantó la vista, ¡y lo primero que vio fue a la rubia que jamas en toda su vida esperó encontrarse ahí!

El corazón se le detuvo para luego reanudad más fuerte que nunca, y sintió que se sonrojaba ligeramente de las mejillas. ¡¿Qué rayos hacía Temari ahí en Konoha?! También sintió que su estomago se revolvía inundando todo su cuerpo en agradables cosquillas.

En ese mismo momento, Temari se giraba para mirar a los otros dos que se acababa de encontrar.  Se detuvo, con la mente en blanco, y con su corazón latiendo completamente atemorizado. Ahí estaba... Shikamaru a unos escasos pasos.

 ¡No debía encontrarse con el vago ahí! Sintió que un cosquilleo le recorrió todo el cuerpo y la vergüenza y los nervios comenzaban a dominarla. El consejo de Temaris se quedó en silencio. Y nada en ella reaccionaba.

La tensión fue obvia en los tres presentes.

Shikamaru intentó mostrarse condescendiente.

—Hola—levantó una mano ignorando su torpeza—, cu cuanto tiempo desde la ultima vez.-sonaba a idiota. Apostaba a que sonaba a idiota.

¡¿Por que Temari no le había avisado?! Ella le dijo que iba a avisarle... él le había enviado un mensaje pidiéndole que le avisara... ¡¿qué rayos había pasado?! Claramente ella no había querido encontrarlo...