No le creo nada

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Kankuro había tenido que viajar a Konoha. 

Tenían cierta prueba de que había algo mas que se cocinaba de fondo en las intenciones del líder de Akatsuki.

Había logrado a convencer a Gaara que esta vez iría él a Konoha en vez de Temari, y cuando llegó a la puerta vio la cara que le ponía Shikamaru. Lucía serio. Extrañado, pero indiferente.

Se saludaron formalmente y luego caminaron por la calle principal. El Nara no había dado muestras de nada en particular, pero por supuesto, Kankuro no dejaría las cosas así, lo arreglaría todo antes de irse.

Entraron a la oficina de Lady Tsunade e intercambiaron reportes.

—¿No vas a quedarte ? ¿Estas seguro? Ha sido un viaje largo —habló Lady Tsunade.

Kankuro negó con la cabeza— Solo si esque fuera necesario.

—Estaremos en contacto.

Kankuro asintió y salió de la oficina seguido por Shikamaru.

—¿Me acompañas a un almuerzo?

Shikamaru lo miró bastante incómodo de solo pensar en todo lo que habían hablado durante el festival... En serio esperaba que Kankuro no recordara nada realmente. Temari le había dicho que no había inmunidad, pero después de saber que Choujin sí la tenía...

Asintió.

—Ichiraku es el único local de la zona. Tienen un buen ramen.

—Yo te sigo.

Caminaron en silencio, pero Kankuro notó que la actitud de Shikamaru había cambiado. Podía ver como éste se había tensado, y ahora intentaba fingir naturalidad.

Se sentaron y pidieron un ramen. Shikamaru entrelazo las manos y apoyó los codos en la barra. Kankuro se sentó de lado para mirarlo y apoyó su brazo sobre el mesón.

 Lo miró serio.

—Cuéntame Nara... ¿Como ha estado tu familia?

—Bien.

—Qué bueno, la mía también está bien —se cruzó de brazos—. ¿Has pensado en mi hermana últimamente?

Shikamaru sintió que se atoraba con su propia saliva y carraspeó un poco antes de responder.

Les sirvieron la comida.

—qué estas insinuando —intentó fruncir el ceño.

—mmm... —se encogió de hombros—. Últimamente creí que mostrabas ciertas... Intenciones.

Shikamaru lo miró.

—¿Yo? —¡¿Kankuro sabía lo del festival?!

—Veo que te gusta jugar —Kankuro comenzó a comer—. Al parecer se te acabó el jueguito cuando te enteraste de que mi hermana iba a casarse.

Shikamaru comenzó a perturbarse. ¿Qué cosas sabía ese hombre? ¿Por qué le estaba diciendo todo eso? ¿En qué momento él había mostrado interes por su hermna para que dijera todo eso de la nada?

—¿Recuerdas lo que pasó en el festival? —balbuceó preocupado.

Kankuro frunció el ceño.

—¡Maldita sea Nara! —golepó el mesón— ¡ese día debí preguntarte qué intenciones tenias con mi hermana! No debí confiar en ti, ¡no debí beber yo también! —Volvió a pegar la vista en su plato para seguir comiendo. Estaba furioso, pero consigo mismo por el moento. ¡De haberlo hecho su hermana no habría sufrido por ese idiota!

¿Es que vas a rendirte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora