Sonaría convincente

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—¿Está Chouji?

El señor Chouza asintió y llamó a su hijo para que saliera.

Shikamaru vio a parecer a su amigo cargando una bolsa de papas.

—¿tienes tiempo? —guardo sus manos en los bolsillos.— Es sobre... mi amigo

Chouji asintió.

Caminaron por esa misma cuadra hasta sentarse en la primera banca que encontraron. Era de noche y estaba todo en silencio.

Ellos — se quedaron en silencio. 

Shikamaru no sabía como comenzar a expresarlo todo, así que mientras ordenaba las piezas en su maraña de pensamientos y emociones, decidió guardar silencio. Un silencio que era interrumpido solo por el sonido crujiente de las papitas de Chouji.

Shikamaru apoyó sus codos sobre sus piernas, entrelazó sus manos, y comenzó a mover sus pulgares.

—Ella si le gusta —soltó de una. No apartó su vista de sus manos —me lo dijo hace poco.

—oh, eso es bueno —Chouji asintió y se oyó un crujido después— ¿Y ya sabe qué siente ella?

Shikamaru negó con la cabeza.

—No creo que sienta lo mismo.

Chouji dejó de comer.

Miró a Shikamaru detenidamente y luego sintió algo de tristeza.

—¿Cómo lo sabe? —vio que Shikamaru no levantaba la cabeza.

Shikamaru sintió que se le revolvía el estómago, y una ligera punzada aparecía en el corazón. 

Jugó un poco más con sus pulgares.

—verás, —Intento respirar de forma normal—, él...

Hubo otro silencio

Chouji veía que Shikamaru apretaba sus manos y movía mas rápidamente los pulgares.

—Él la besó.

Chouji abrió sus ojitos.

Después de unos segundos de congelamiento, enrolló el paquete de papitas que todavía no estaba vacío, y lo dejó a un lado de la banca. Volvió a mirar con detención a su amigo.

—¿Ya la besó? Pero si hacía poco no le gustaba.

Shikamaru exhaló una enorme bocanada de aire.

—es que, hace poco descubrió que si le gustaba y... —miró a chouji— la besó.

Chouji no se movió.

Hubo otro silencio.

—¿Y como pasó?—la verdad es que eso le había sorprendido.

Shikamaru bajó la vista rápidamente para mirar sus manos. Los pulgares siguieron moviéndose nerviosamente.

—bueno... hubo un accidente... estaban... en un lugar oscuro. Por accidente. —intentaba ser lo mas comprensible sin explicarle que habían estado en la bodega. Sabía que los rumores no tardaban en viajar. Y si Chouji veía alguna coincidencia, no tardaría en pensar que se trataba de él y la embajadora. Suspiró. — él tropezó y cayó sobre ella.

Hizo una pausa para mirar a Chouji. Este simplemente lo miraba tranquilo.

—Cuando la vio ahí..., tan cerca..., sintió que... —Shikamaru volvió a mirar sus manos, sin notar que intentaba aclararse las cosas él mismo realmente—. Sintió que...

¿Es que vas a rendirte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora