Capítulo 44

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Al interior del coche y durante el viaje, Chae a penas abre la boca, luce concentrado en el camino.

—¡Qué serio!—Zdenka hace una observación de una forma un poco cómica que lo hace sonreir. 

—Lo siento.

—¿Qué pasa por la mente de Hyungwon? ¿Cuáles son las hipótesis que su mente ha maquinado y muchos creen que son descabelladas?

—Mira en la guantera—pide mientras mira por uno de los espejos y dobla la esquina.

Al abrir, cae un libro bastante delgado, sin forro, solo son hojas unidas con grapas. Lee el título "Nuevas creencias de una nueva era". Se queda callada mientras lee el primer párrafo.

"Tras la pandemia del 2020, grandes cambios en la humanidad empezaron a emerger. La tan conocida frase de Nietzsche se fue analizando y deshilando por sectores jóvenes de aquellos tiempos, lo que derivó lentamente en el ateísmo, pero ¿Realmente esa ha sido una transformación absoluta? ¿O es que aún somos ignorantes sobre cómo ha mutado la necesidad de algunos sectores, de evaluar los valores humanos por medio de una entidad superior? 

El presente libro es un acercamiento a algunas tribus, sectas y religiones, dentro de la ciudad de Río Verde, que permanecen ocultas, no porque sus creyentes se vean discriminados, ni perseguidos, ya que el Estado laico se ha encargado de garantizar la libertad de culto y la sociedad ha empezado a formar un caracter tolerante sobre estas diferencias. Podríamos arriesgarnos a decir que en algunos casos, esta forma "secreta" de manejarse no es más que la forma propicia de evadir la ley debido a las prácticas sangrientas que prevalecen y son la raiz de la creación de ciertas logias donde se pretende replicar prácticas ocultistas de hace muchos pero muchos años"    

Zdenka se queda callada, cierra el libro y mira fijamente el trayecto, están alejándose del centro de la ciudad cada vez más, ese camino se le hace muy familiar.

—¿Qué opinas?—Pregunta Chae, sin apartar los ojos del camino.

—¿La dirección que te dije, queda muy lejos? 

—Un poco ¿Por qué? 

—¿No es algún lugar de esos donde casi no hay pavimento y donde no encuentras casas alrededor, verdad? Saliendo por la avenida Dumas

—No lo sé, lo dudo, en realidad no he transitado mucho por acá—Hyungwon la mira y estaciona el coche—Estás azul otra vez ¿Crees que necesites ser revisada por un médico?

—No... —Abre la ventana—Me sentí un poco mareada mientras leía. Si tu teoría tiene que ver con esto, debe estar muy densa.

—¿Densa?

—Con "densa" quiero decir... heavy, fuerte, difícil de asimilar. 

—Oh. El ateísmo era bastante común en Corea incluso antes de la pandemia, le llamaban irreligión, claro que aún hay quienes todavía creen en el confucianismo, el budismo...

—¿Cuál de todas estas sectas crees que tenga que ver? 

—¿Estás molesta?

—No, sólo empezó a dolerme la cabeza, lamento si parece que estoy enfadada... A veces me baja la presión.

—Ten—saca un dulce de su chaqueta

—Gracias—lo desenvuelve y mete a su boca, tiene sabor a uva. En lo que Hyungwon hojea el libro, Zdenka se cuestiona si no estará siendo demasiado confiada al ingerir algo que no sabe de dónde salió, saca el dulce de su boca disimuladamente y vuelve a ponerlo en su envoltorio. 

—¿No te gustó? 

—¿Eh? ¿Qué?

—El dulce. Lo guardaste en tu bolsillo

—Te... ¿te diste cuenta?—Hyungwon la mira ladeando la cabeza— Ah... No... No es que no me haya gustado, pero prefiero guardarlo para otra ocasión, cuando sea una emergencia...  

—Ok—dice mientras suspira al final—vuelve a mirar el libro— Esta parte habla de una secta, no es un capítulo entero, porque el autor explica en el prólogo que su investigación se volvió peligroso... sa... peligrosa—le extiende el libro abierto en la página que quiere que vea. 

"Desde los orígenes de las reuniones conclave entre las sectas de los davidianos y Bagwhan, empezó otra nueva que compartía y compilaba las ideas extremistas de ambas. Así nació la órden del Templo Lunar, que contrariamente a lo esperado según antiguas creencias (que atribuían este astro a la femineidad), estaba conformada por varones jóvenes, los mismos que, si deseaban formar parte debían otorgar una ofrenda de sangre a..."

Zdenka avienta el libro y sale apresuradamente del auto a vomitar a un lado del camino. Siente un alivio extraño, aunque un poco avergonzada a la vez. 

Siente un sabor desagradable y se toca el estómago.

 —¿Te encuentras bien?—Chae sale del auto

—No te acerques

—Om...oh... —Se pone la chaqueta sobre los hombros y se queda parado al lado del auto—Ok, no voy a acercarme, pero dime ¿Estás bien? 

—No sé qué me pasó—Se aleja de su vómito y saca una botella de agua del interior del auto. 

—Zdenka... 

Vuelve a alejarse del auto, hace gárgaras y escupe cerca a los matorrales, lo hace hasta que ya no siente ese desagradable sabor de boca, luego regresa al coche, pero se queda callada.

—¿Estás mejor?

—Lo estoy, gracias. 

—Zdenka ¿Puedo preguntarte algo y prometes no enfadarte conmigo? 

—Suena a que es una de las preguntas más importantes de tu carrera, adelante

—Quizá no sea importante para mi carrera, pero sí lo es a nivel personal 

Pasa una camioneta azul a gran velocidad, fuera de eso hay un silencio tenso al interior del auto. 

—Dime—pregunta Zdenka más que impaciente.

—¿Por qué no has tenido novio por más de dos años?





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