Niebla

Capítulo 52

Narra Hyungwon:

Las luces del camino nos guían a la ciudad, me recuerdan aquel viejo mirador a las afueras... Lo suficientemente cerca para sentir que contemplas la ciudad desde el cielo.

El aire se siente tan puro, por un instante olvido todas las noticias malas que recibí de Corea.

—¿Y si...— una idea pasa por mi mente, Zdenka me mira — ...Vamos a otro lugar?

Clava los ojos en mi con curiosidad, pero no me responde, trato de no sentirme desalentado con su poca efusividad, así que continúo:

—Hay un lugar que no he visitado desde que llegué aquí, y estamos cerca.

Ella guarda silencio, comprendo que no confíe en mi, debe creer que tengo algo planeado... Ojalá podría no sentirme ofendido... Quizá deba...

—¿Qué lugar? — Parece repentinamente interesada...

—Un lugar para ver atardeceres... pero... ahora que anocheció no creo que la vista sea mala. 

—Y ya no hace tanto frío... —Pese a su observación noto que aún duda...

—Hay una mochila en el asiento de atrás ¿Podrías pasármela?—En silencio, alarga sus brazos y la atrae hacia sí—Por favor, abre el bolsillo interno.

Saca mi cámara con cuidado, luego refunde su mano, creo que finalmente ha dado con el paralizador. Está apagado, pero si mi memoria no me falla, ayer lo había puesto a cargar.

—Esto...—Me mira asombrada

—Enciéndelo, presiona el botón rojo—Continúo mirando el camino, estamos a nada de llegar al desvío

—Sé lo que es, lo que no comprendo es ¿Por qué lo quieres?

—Yo no, tu. Quizá temes que algo malo pase si es que continuamos fuera de la ciudad...

—No... No creas que desconfío de ti... Es...—No quiero que me explique nada, no lo necesito.

—No me conoces, si desconfiaras sería algo totalmente natural. No me malentiendas, no soy una persona... cruel, y tampoco sería capaz de...

—Hyungwon... 

—Oye... Sé que eres ágil y tienes la mano pesada, pero si esta es... una manera en la que puedes sentirte cómoda a mi lado, no me molesta, te lo prometo.

Zdenka ríe, pero cuando dirijo mi mirada hacia ella por unos instantes, parece estar enjugándose una lágrima del resquicio del ojo. ¡¿Qué hice?! 

Otoke... Otoke...!

Me estaciono.

Ella pone ambas manos cubriéndole la cara. Es tan difícil para mi tratar de consolar, me quedo en silencio por un momento, la miro así y me siento culpable.

—Ey...—Toco su brazo, si se aparta probablemente signifique que está molesta conmigo. No me rechaza. Susurro —Joesong habnida — Ella continua llorando, pero con menos intensidad— Cualquier cosa que haya dicho, no fue con mala intención.

Quita las manos de su rostro, sus mejillas están húmedas y un poco rojas. Me mira. No puedo evitar sentirme confundido, luce tan frágil, me hace querer abrazarla, ella vuelve a girarse hacia la ventana para que no la vea

—Hyung, no es tu culpa. Lamento que tengas que sugerir lo del paralizador.

Abro la mochila que está al lado, recuerdo haber tenido algunos pañuelos acá... Debería decir algo mientras busco.

—Yo estoy bien si tú te sientes cómoda así— No los encuentro, saco una polera blanca de algodón que recogí de la lavandería. — Zdenka, no es lo ideal... pero, gírate—Lo dije como si fuera una orden

—Oh...— quizá fui tosco al pedírselo, pienso en retractarme, pero ella se gira hacia mi, sin decir nada. 

Toco su mentón y empiezo a secar su rostro. Me siento inseguro de esto... su piel es muy delicada y ella huele tan bien, que siento que me embriaga...  Aparto el mechón de cabello cercano a su boca. Reparo en sus labios por unos segundos... Parece tan agitada como yo ¿O quizá sólo es la distancia que me hace creerlo? Sigo secando, su cuello también se ha mojado por las lágrimas, siento que ella traga saliva...  Tengo su cara tan cerca, que por un acto involuntario me relamo los labios. Debo controlar esto... Empiezo a susurrar y no sé bien por qué, como si estaríamos escondiéndonos de alguien... 

—Ya no llores—Ella pone mi mano libre sobre su mejilla, la acaricio, no sé si desea que me resista, no sé si lo hace porque así se siente reconfortada o para ella es un juego. Estoy perdiéndome en su aroma... Esta vez soy yo el que traga saliva ¿Es una prueba?