Priya logra dar con la dirección de aquel tipo gracias a que usa sus contactos en la policía y cobra un par de favores.
El acosador vive cerca del bar de la noche anterior, su casa tiene las mismas características de todas las de ese vecindario, de día se ve menos "mágico" y algo deprimente. Saber que vive ahi fortalece el estereotipo de un par de películas de terror y asesinos en serie.
—¿Y ahora qué? ¿Tocamos y decimos que es una pizza?—Pregunta Zdenka sin entender cual es el plan.
—No hay nadie en la casa. Quédate en el auto mientras yo veo como entrar.
—Ah, claro...—Zdenka abre los ojos de par en par—¿ESPERA QUÉ?¿CÓMO?¿QUÉ?
—¿Creías que íbamos a entrar amablemente a la casa de este tipo o íbamos a esperar a que nos invite a pasar?
—No... Digo, sí.... Bueno... ¡Yo que sé! ¿Sí sabes que se trata de un feminicida, un enfermo, que de una forma extraña perfora a todas sus victimas sin dejar testigos...? ¡CREO QUE NI SIQUIERA DEBERÍA DECIRLO! Es muy obvio, Priya, si es que no terminamos muertas, en alguna jardinera de alguna plaza, está la posibilidad de que nos arresten por allanamiento.
—¡Oh! Perdone madame! Sí, definitivamente soy tan estúpida que no puedo calcular ese margen de riesgo! —Utiliza un tono sarcástico que a Zdenka le resulta gracioso, sin embargo, lucha contra su propio rostro para mantener la seriedad al interior del coche e incluso tiene que fingir mirar por la ventana para no evidenciar su sonrisa—La muerte de Suzane no nos afectó al mismo nivel...
—Alguien nos está mirando por la puerta de allá—Exclama frunciendo el seño repentinamente.
—Investigué, y según el centro de patrimonio histórico, cuatro de las casas que rodean la del acosador están abandonadas, y por lo que veo... Las otras están a punto de serlo, así que... en caso de traer a sus víctimas acá, es entendible porqué nadie lo ha visto, ni ha sospechado nada.
—¡Mira el patio de aquella casa!—Exclama Zdenka, señalando con el dedo, esperando que eso ayude a que Priya deje su plan de irrumpir en la casa de aquel loco— ¡Por favor! ¡Vámonos!
—¡AAAAAAJ! — Termina el quejido con un suspiro— Si no quieres hacer esto conmigo, está bien, nos iremos, no voy a presionar a nadie, pero tampoco te inventes cosas.
Zdenka sonríe agradecida con Priya por mostrarse razonable.
Sabe que no se encuentran en una película en la que dos personas comunes y corrientes pueden contra el malo y logran desenmascararlo, también está al tanto de que existen varias maneras de torturar a una mujer antes de terminar con su vida, y la idea de volver a vivir situaciones de ese tipo le causa muchas nauseas y escalofríos.
—Gallinita—Se burla la gótica, antes de que el auto empiece a alejarse de aquel vecindario, Zdenka se tranquiliza al conducir, ponen música y después de unos minutos deciden ir a un restaurant de comida coreana por un antojo de ramyeon.
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Niebla
RomanceUna noche de septiembre del 2045, la soledad se siente espesa, tanto como la niebla que cubre la ciudad de forma permanente. Zdenka, a sus 25 años, ha empezado a mostrarle cara a la vida adulta y puede decir con seguridad que es mucho más difícil de...