—Eres...
Le avienta el gorro y se aleja unos pasos, el hombre permanece semirecostado, pero se acomoda sobre sus codos, abre la boca pero no encuentra palabras fácilmente.
—Hum... Hola—saluda, su voz es suave.
Priya y Valentín la llaman mientras caminan iluminando el lugar con las luces de sus celulares.
—...Estoy aquí—Dice en voz alta, sin quitar la vista de aquel individuo, quien desvía la mirada hacia los matorrales, se pone de cuclillas y cuando va a pararse lo alumbran directamente hacia la cara. Se tapa con el antebrazo.
—Zdenka ¿Estás bien?
—Sí... Eso creo—expresa sin entender lo que está pasando.
—¿Quién eres?— Valentín le quita el seguro a su arma y apunta a la cabeza del forastero, Zdenka no hace nada, Priya sin embargo le pide que baje la pistola, sin lograr convencerlo.
—No, espera—el hombre se traba al hablar — Sea lo que sea, no es lo que están imaginando, quizá parece que estoy mal de la cabeza...—mira a Zdenka, pero ella evita verlo a la cara y se aleja con cierto desinterés en lo que está pasando... No está alarmada porque tiene la impresión de que Valentín no se atreverá a disparar...
Zdenka no comprende a cabalidad porque se siente de esa manera por verlo de nuevo bajo esas circunstancias... Es una mezcla extraña de emociones, entre ellas hay una que prima, decepción.
—¿Este no era el que se te acercó después de declarar?—cuestiona Priya a su amiga, pero sin quitar la vista de aquel hombre, observándolo fijamente bajo la luz, haciendo que el cierre los ojos fuertemente—¡¿LA ESTÁS SIGUIENDO?!
—Puedes... Alejar eso—Pide el sujeto— Y el arma no es necesaria, es más—baja los brazos para buscar algo, pero esto sólo alerta a Valentín a acercar aún más la pistola al rostro del hombre.
—Espera, dije que no es necesario, en realidad... soy periodista—ladea la cabeza unos centímetros para mirar a Zdenka, como si buscara un indicio de lo que está pensando al oírlo.
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Niebla
RomanceUna noche de septiembre del 2045, la soledad se siente espesa, tanto como la niebla que cubre la ciudad de forma permanente. Zdenka, a sus 25 años, ha empezado a mostrarle cara a la vida adulta y puede decir con seguridad que es mucho más difícil de...