Aproximadamente hace dos años:
Zdenka tiene un aire inseguro mientras hace fila, luce incómoda y estrecha su fólder contra el pecho, mira a los costados para revisar si es que Suzane ya está cerca, pero ni un rastro de ella, cada vez la fila se hace más corta, se siente ansiosa, sin embargo, por las escaleras, aparece la morena, inusualmente seria, la acompaña una persona de vestimenta extraña, que está conversando con ella en voz baja, en cuanto ve que Zdenka la está mirando se despide tratando de lucir mucho más animada.
—Shuz! —La llama por su apodo, enseguida la persona que acompaña a la morena se va, como ahuyentada— Ya estamos cerca ¡Apúrate!
—Voy— Empieza a revisar los papeles mientras camina hacia ella—Perdón si me tardé.
—¿Quién era esa persona?—pregunta con curiosidad, tratando de verla.
—Era una conocida ¿Te acuerdas de Karina?
—Pero Karina era más alta que nosotras... además... le gustaba verse menos... andrógina...—Pone una cara un poco triste— No me saludó
—Me la encontré afuera, tampoco quería hablar conmigo al principio.
La persona de ventanilla llama a Zdenka.
Con algo de timidez acerca los documentos. Suzane se queda atrás, terminando de poner en orden los papeles, luego es su turno.
Zdenka espera sentada, se lleva el cabello castaño detrás de la oreja. Revisa el celular, nuevamente tiene un mensaje del enfermo de su ex, desde un número nuevo, lo bloquea y elimina el mensaje sin ganas de leerlo.
—Ya está, con esto sólo faltaría la ceremonia para jurar— se sienta a su lado.
—¡Yei!—dice Zdenka sin mucha emoción.
—Para animarte un poco, vamos a buscar outfits para ese día e ir de compras.
—Buenísimo, eso sí me gusta—le estrecha la mano, sonriendo—es un buen día para pensar en outfits, el clima es perfecto, ni tan caliente ni tan frío, además podemos ir a cotizar tu tatuaje.
Suzane revisa su nuevo celular y frunce la frente, para posteriormente apagar la pantalla nuevamente.
—Ladrónde ¿A quién tengo que matar para un celular como ese? ¿Es el que manda hologramas de un minuto?
—Sí, es ese, pero creo que voy de devolverlo.
—¿¡POR QUÉ!? ¡Es hermoso!
—Me lo regalaron para mi cumpleaños, pero viene... de un familiar con el que no tengo mucho apego—se pone las gafas—Zdenka ¿Luciano te ha vuelto a contactar?
—Justamente lo bloquee hace nada, no quiero hablar con él nunca más.
—¿Y no te pusiste a pensar en que quizá lo estás juzgando mal?
—¿Qué parte de que lo encontré drogándose con coca junto a un montón de tipos y tipas raras no entendiste?
—Quizá sólo estaba experimentando, me escribió y me pidió que te dijera que te está esperando en la cafetería de siempre.
—También vi otras cosas que me espantaron, Shuz, no sólo fue esa situación—pausa—No sabía que seguían escribiéndose, interesante—Zdenka cruza los brazos
—No te pongas celosa, yo no me meto con los ex o los novios de mis amigas, eso deberías saberlo
—Son celos de tí ¿Eres mi amiga o la suya? Me gustaba que se llevaran tan bien mientras estábamos juntos, incluso si ahora quieres seguir charlando con él no tengo razón para molestarme, pero, no trates de interceder por causas que no son justas.
—Sólo pienso que a veces la gente puede probar nuevas creencias... nuevas costumbres, para abrir su mente. Hace un año empecé a cambiar mi dieta a una vegetariana, me puse a investigar sobre ciertas creencias, hay una que me gusta, dice que dios es una energía y no es exactamente algo que está afuera, sino en el interior de cada uno, y que si le haces un mal a alguien, te lastimas a ti mismo, porque todos en la Tierra somos parte de uno solo...
—¿Estás comparando su probable adicción a una droga con ser vegetariano o creer en algo "religioso"?
—No. Bueno, en realidad me refiero a que quizá sólo tenía curiosidad o era un reto que alguien le puso, deberías dejar que te explique...
—Como te dije, hay cosas de él que no tienen explicación razonable que me haga quedarme, son situaciones, actitudes... Ustedes estaban muy unidos las últimas semanas, no me digas que también te estás drogando y te estás metiendo en cosas...
—Voy a ser honesta, él me propuso reunirme con sus amigos hace un tiempo y aprendí algunas cosas de ellos, son un mundo nuevo, aunque no son lo mío, dejé de frecuentarlos poco después.
Zdenka se queda callada, mira al cielo, una nube empieza a moverse y a tapar el sol.
Se siente enfadada porque en los dos años siendo novia de Luciano y no conoció a ninguna de sus amistades cercanas, crece dentro de ella la certeza de que hizo bien al cortarlo, no le importa si es que Suzane está involucrada con él o si lo estuvo, incluso analiza que cuando empezó a salir con él, realmente no estaba muy interesada, en realidad le gustaba más un chico de su clase de Semiótica que Lorenzo. Sigue viendo el cielo, cada vez las nubes se ven mucho más negras.
—Quizá sea mejor dejar lo de las compras para otro día, creo que el sol se ocultó muy rápido. ¿Aún quieres tatuarte?
—No, te iba a decir justamente que ya me arrepentí, creo que un tatuaje es para toda la vida.
—Oh... Te veías muy emocionada, si tu te animabas hubiera pensado en hacerme uno
—Tal vez más adelante, cuando el contexto sea más estable y yo me sienta segura de lo que creo, no quiero basar algo permanente en algo una creencia que quizá no me dure nada.
—¿Por qué tienes este repentino interés en estas cosas? Antes te sentías cómoda siendo atea como yo.
—Porque siento que hay algo en este planeta que mantiene el orden de todo ¿No te parece que en realidad nada es aleatorio?
—Siempre he sentido que todo es aleatiorio, pero supongo que no todos se sienten tranquilos con esa idea y lo respeto.
—¿Te pusiste de mal humor? —Suzane se quita las gafas
—No, para nada, estoy bien ¿Por qué?
—Porque desde hace mucho tiempo noté que las nubes se mueven de acuerdo a tu estado de ánimo.
—Sí, ajá, es por mí, no por la fuerza y dirección del viento — expresa cínicamente incrédula
—Jummm—trata de sonreír Suzane—Supongo que suena loco.
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Niebla
RomanceUna noche de septiembre del 2045, la soledad se siente espesa, tanto como la niebla que cubre la ciudad de forma permanente. Zdenka, a sus 25 años, ha empezado a mostrarle cara a la vida adulta y puede decir con seguridad que es mucho más difícil de...