Narra Zdenka
Un movimiento brusco de mi mano hace que se vuelque la taza de té y caiga a mi izquierda, justo en el regazo de Saúl, veo cómo se empapan sus pantalones de vestir, parte de su camisa y corbata. Algunos de los invitados miran lo que ocurre, me siento avergonzada de haber provocado todo este desastre, enseguida retiro la taza de su pierna y le pido disculpas, él me dice que no me preocupe, toma unas servilletas de la mesa y empieza a secarse.
—Adelantamos carnaval—sonríe, tratando de mostrar que no le molesta en absoluto; mientras me doy cuenta de que el olor mezcla de canela y alcohol ha empezado a impregnarse en su ropa, si yo siento que me mareo, no imagino él.
Enseguida interviene Don Roberto, nuevamente con ese aire paternal que reconforta.
—Saúl, si quieres puedes ir a cambiarte a tu cuarto... O bueno... El que era tu cuarto, creo que todavía está guardada la ropa que dejaste antes de mudarte.
—Lo siento, en serio—Vuelvo a decirle, mientras se levanta
—Sólo es líquido, no pasa nada—Me reconforta
Sale enseguida.
Tomo la taza vacía, está rota de un extremo, debió suceder por el golpe contra la silla. Me levanto a dejarla en la cocina, junto al pedazo quebrado. Si hay algo que recuerdo de Don Roberto es su manía de reutilizar o reparar los objetos malogrados.
¿Dominatrix? ¿Qué significa ese: "Eres la única mujer a la que me atrevería a pedírselo"? ¿Cuál es la impresión que tiene de mi?
Priya entra, sosteniendo una pila de platos de porcelana que seguramente se utilizarán para servir la comida. Retiro algunas cosas de la encimera que pueda colocarlos allí.
—¿Por qué tan pensativa? ¿Te estás arrepintiendo de haber renunciado?
—No—Sonrío porque se supone que debería pensar en ello, más que en cualquier otra cosa—¿Tú qué pensarías si alguien te...? Olvídalo
—¿Si alguien me...? — Es su forma de pedirme que prosiga
—Mejor, léelo tu misma ¿Ok?—Desbloqueo el celular y entro a la conversación con Chae para mostrarle lo que acaba de escribir.
—¡Cómo avanzan de rápido los "tímidos"!—Su observación me hace sentir algo muy desagradable en la boca del estómago—De la misa a la fiesta sado—Vuelve a dirigirme ese gesto pícaro que suele hacer con este tipo de conversaciones.
—¿No te parece extraño? Me ignora todo el día y después me escribe para esto ¿Crees que piense que soy demasiado abierta sólo por lo que sucedió el fin de semana?
Guarda silencio y me da la espalda, hasta que por fin comprendo que está escribiendo algo y me bajo del taburete en el que estaba sentada para tratar de quitarle mi celular, ella no pone mucha resistencia
—¡¿Qué estás haciendo?!—Leo el mensaje que acaba de enviar
"Si consigues el disfraz, analizaré si eres digno de ser mi esclavo💄⛓"
Estoy atónita, tengo la boca abierta... Presiono el mensaje para eliminarlo, pero es tarde, ya lo ha leído.
—¡TE VOY A MATAR!—Me abalanzo sobre ella, pero en lugar de asustarla, le causa mucha risa, empiezo a zarandearla y luego le rodeo el cuello con las manos.
—De nada—Sus carcajadas sonoras me irritan más de lo que parece—Suéltame, te pusiste como loca
—Te odio...
De pronto, el sonido de un mensaje de respuesta nos acalla.
—¿Vas a mirar o vas a seguir ahorcándome?—La desgraciada se ha reído hasta que le ha faltado la respiración.
La suelto enseguida y miro el celular.
Desconocido: ㅎㅎ
Desconocido: El asunto de los disfraces ya lo tengo pensado y arreglado
Desconocido: uh??? Zdenka???
Desconocido: Babo, tás ahí?
Desconocido: O quizá deba decirte "Mi señora🙇" ??? 🤔
Desconocido: ¿¿Mi ama?? 😂😂😂
Priya está a mi lado leyendo la respuesta y volviendo a ahogarse en carcajadas de risa.
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Niebla
RomanceUna noche de septiembre del 2045, la soledad se siente espesa, tanto como la niebla que cubre la ciudad de forma permanente. Zdenka, a sus 25 años, ha empezado a mostrarle cara a la vida adulta y puede decir con seguridad que es mucho más difícil de...