Capítulo 23

19 0 0
                                    

Narra Zdenka

Cuando me levanto, estoy sola en la habitación, vuelvo a ponerme los pantalones y bajo. Priya desayuna unos huevos revueltos y un sándwich, está sentada a la mesa, lo busco con la mirada, confundida.

—El periodista se fue—dice dándole un mordisco al pan. 

—Ah...—aclaro mi voz— Estaba buscando a Valentín...

—Me dijo que tenía que ir a trabajar a su compañía y esas cosas de ejecutivos, no entendí. Te dejó su tarjeta—Se levanta de la silla para entregármela, me mira de reojo. 

—Había algo que quería preguntar ¿Tienes algo con el tipo de ayer? 

Trato de no hacer algún gesto, aunque ya seamos adultas, sé que si le menciono cualquier cosa a Priya, no lograré sacármela de encima.

—No—voy a la cocina a servirme un poco de café—Lo conocí la misma noche que fuimos al bar.

—¡El que Suzane dijo que era raro!—por su tono, evidentemente está sonriendo—¿Cogieron ayer? 

—¿QUÉ?—Pregunto a punto de soltar la cafetera y dejarla caer

—Es broma, pero se nota que tuviste sueños sucios, lo pervert viene de familia, al parecer. Estabas como "OH... Hyung  ¡SIIIIII! ¡ASIIIIII! AaaaAaaaah" —Aunque sé que exagera los ruiditos para molestarme, me pongo roja, sin embargo me alivia saber que lo de anoche debió ser solo un sueño, tomo mi café—...Además te levantaste y te tardaste un rato en regresar, pensé que habías bajado a hacer tus sueños realidad — Termino por atorarme, la tos es tan fuerte que el ruido sale de la cocina, siento que voy a ahogarme—¡No jodas! —Priya entra rápidamente a la cocina y empieza a golpearme en la espalda y aerearme con un trapo— Zdenka ¿Tas bien? —sigo tosiendo un poco y aún no puedo responder. Ella espera a que se me pase, tomo un poco de agua y carraspeo.

—¿Salí al baño? 

—Imagino ¿O...? Esperá... ¿Cogiste con él? ¿En serio? 

—No—Vuelvo a toser un poco y me siento.

—Lo obvio, pero tenía que percatarme, con eso de que no cuentan nada...

—Priya, si te sirve de consuelo, planeaba que lo del mediohermano quedara como secreto hasta mi tumba, es una historia que no me gusta, como te dije, soy una ilegitima y eso no es algo que me moleste, lo que duele de esa historia es la poca honestidad que hubo en ella. 

—No entiendo ¿No se supone que tus papás estaban casados? Cuando iba a tu casa y éramos niñas me mostraste la foto de tus papás.

—Fue una treta; yo me enteré de todo cuando tenía once, mi mamá lo supo un par de años antes, el matrimonio fue falso, el supuesto juez que los casó en realidad era un empleado del señor Miličević... Y no se casaron por la iglesia porque el puso la excusa de que no estaba bautizado bajo ninguna fe y no quería hacerlo, ya que no creía realmente en un dios, todo el tiempo mi madre fue la amante sin saberlo.

Me muevo sobre el asiento, tratando de sentir si hay algo raro en mi cuerpo que me de un indicio de si lo de anoche fue real o un sueño, debo verme realmente incómoda, ya que Priya no tarda en preguntar.  

— ¿Quieres ir al baño?

—No. Creo que me va a bajar— digo lo primero que se me viene a la cabeza. Busco un pan molde y le pongo mermelada—¿Oye, en serio tuve sueños "de ese tipo", ayer?—trato de decirlo tranquila, como si no importara

—Ajá—asiente con la cabeza—Me asombró mucho...

—¿Fue antes o después de que fuera al baño? 

NieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora