Capítulo 17

24 0 0
                                    

—¿De dónde vino ese ruido?—Comenta Valentín.

—¡Estoy harta de escuchar ese tipo de frases! Es como si estaría viviendo en una película de suspenso ¡Detesto las películas de suspenso!—Se queja Priya, Zdenka la hace callar con un "shhsh" y se asoma a la ventana. 

—No hay nada en tu jardín... pero otra vez está alguien parado en la casa de enfrente...

Valentín se asoma a la misma ventana, quedando al lado de Zdenka, pero la cercanía la molesta así que se retira enseguida. 

—¿A qué te refieres con "otra vez"? ¿Cuándo lo notaron?

—Eh...—Zdenka parece avergonzada y se rasca la cabeza—Ayer en la mañana vinimos... pero sólo nos quedamos en el auto, lo prometo. La verdad es que no vi muy bien porque no traía mis lentes, pero sí distinguí una figura alargada... 

—¡Giro inesperado! El acosador acosado—acota Priya, mientras también trata de visibilizar lo que hay afuera 

—¿Debería llamar a la policía?—Se cuestiona Valentín. 

Sin dar mayor lugar a comentarios, Zdenka sale abriendo la puerta bruscamente, empieza a caminar entre la niebla. 

—Buenas noches ¿Qué quiere?—cuestiona sin muchos preámbulos, pero no recibe ninguna contestación.

Priya sale enseguida detrás de ella.

—¡¿Qué estás haciendo?! ¡Entra!—pero no parece escucharla. 

—Dije ¿Qué quiere? — habla mucho más fuerte— Do you speak Spanish?... — camina con las manos en los bolsillos— Aló? Parli italiano? —La figura se mueve—Annyeong hasimnikka? ¿Habla en aklo?... ¿Entiende cetáceo?—sigue caminando, entrecerrando los ojos, ya que pese a tener puestos los lentes no divisa nada, sin embargo, mientras más se acerca, más masculina luce la silueta, aunque tenga un gorro extraño en la cabeza. 

—Zdenka, regresa—la toma del brazo, alarmada—podría estar armado

—Quizá si hablo cetáceo...

—¿Estás de joda? No te pases de pendeja exponiéndote en vano—regaña mientras pretende jalarla.

—Lo dice quien rompió su promesa al entrar a la casa de un sospechoso de asesino en serie—¿Hoooolaaaa?—trata de imitar a Dori, sin embargo se oyen unos pasos y la figura luce un poco más lejana—Vuelvaaaaaaa.... Vuueeeeelvaaaaaa

—Eres una zonza—comenta Priya que no sabe si reír o sentirse indignada, Valentín mira la escena desde la puerta, frunciendo el ceño, seguramente pensando que ha invitado a su casa a dos mujeres poco convencionales... 

La gótica la suelta por un instante y Zdenka aprovecha el momento para volver a caminar en dirección al desconocido, quien a su vez voltea completamente dándole la espalda y acelera el paso, sin embargo esto no es suficiente para que la pelirroja se rinda, y de esa forma ambos empiezan a correr. Las luces amarillentas de los faroles antiguos parpadean, el hombre se mete entre unos árboles de un sendero de tierra apisonada. Zdenka para en seco y el hace lo mismo. 

—¿Quién es? ¿Qué quiere? — Entre los árboles no parece haber mucha niebla, pero eso no quita que el paisaje se vea sombrío, como una próxima escena del crimen...  divisa a un hombre alto con chamarra de cuero color oscuro y una especie de gorro de ski que le cubre casi toda la cabeza, incluyendo las orejas.

Da unos pasos hacia atrás y teme haber caído en una trampa, se agacha lentamente y toma una piedra relativamente grande entre sus manos, se debate entre arrojarla o esperar.

"¿Esperar qué?"

El individuo vuelve a caminar como si nada, sin voltear a verla siquiera

—Espere—camina hacia él, son pocos metros y aunque el desconocido tiene la ventaja de poseer piernas tan largas para avanzar a grandes zancadas, logra agarrarlo por el brazo con una mano y suelta la piedra que tenía en la otra. Traga saliva al pensar que en ese momento se encuentra totalmente vulnerable frente a alguien que no conoce, el corazón le late muy fuerte y siente su vejiga pesada, como si estaría a poco de hacerse en los pantalones, se regaña a sí misma por haber tomado un riesgo tan innecesario. 

Finalmente el hombre tiene intención de voltear, pero antes de que logre hacerlo, Zdenka entrelaza sus piernas con las suyas y logra derribarlo ayudándose de un empujón. Escucha un quejido cuando el hombre cae, no le sorprende que el alarido suene a una voz joven. Traga saliva y apreta los puños, pone una rodilla en el suelo, y lo voltea, le quita el gorro, su cabello es claro, al principio no logra divisar bien sus rasgos, enciende la visión nocturna en sus lentes.

—Eres...


_______________________________________________________________________

En serio espero que estén disfrutando la historia, trato de subir al menos un capítulo por día (o más) para acostumbrarme, si hay algo que les llame la atención, les divierte, o si incluso no les cae bien algún personaje, coméntenlo. 

Les dejo otra foto de nuestro Hyungwon que edité hace poquis. ¡Cuídense! 

 ¡Cuídense! 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


NieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora