Capítulo 2

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Después de un debate largo y hastioso, deciden que la mejor opción es un bar lejos del centro, donde se presentará un nuevo Dj. Tal como lo indicó Suzane, Lauren demuestra poco o ningún interés en salir con ellas y cuando proponen acompañarla a preparar sus maletas, ella simplemente las rechaza, sin argumentar alguna excusa.

Las construcciones por ese sector tienen un aspecto anticuado y un tanto gótico, pero bien conservado, diferente a gran parte de la ciudad y sus ostentosos edificios modernos. La niebla que cubre la ciudad, incluso siendo septiembre, parece más espesa que antes... Zdenka cierra su abrigo y mete las manos a los bolsillos, lleva un mechón de su cabello rojizo detrás de su oreja, da vueltas sobre sí, buscando a sus amigas con la vista, finalmente las encuentra paradas frente al letrero de neón de una licorería de la zona.  

Ruidosa, Suzane la abraza, emocionada al punto de que parece no haberla visto esa misma tarde, Zdenka se ríe, la hace girar, se ve preciosa y luce una falda que la hace ver increíble. Priya se incorpora al instante después de pagar unos cigarros y guardar la cajetilla en su bolso, obviamente, menos efusiva que Suzane. 

—Pensé que estaba perdida, nunca vine por estos lares, me gusta que no sea convencional—afirma la pelirroja admirando las casas.  

—¡Yo tampoco tenía idea!—afirma Suzane—Priya lo eligió—sonríe señalándola. 

—El lugar al que iremos tiene una estética medio retro, con una rocola, luces de neón, asientos de colores llamativos y todas esas cosas.

La fachada del bar no es diferente a la de otras construcciones de esos barrios, pero a diferencia de otras casas, está pintada de negro. La puerta parece haber sido modificada para ser más ancha y permitir una salida rápida en caso de una emergencia. Por dentro, el lugar tiene una estética fuera de lo común, con lámparas colgantes de arañas de cristal, que reflejan luces de tonos fríos como celeste o magenta...

Zdenka se siente maravillada por lo que la rodea, la hace olvidar sus recurrentes pensamientos o deseos de quedarse en casa, frente a situaciones sociales. Agradece por dentro a Priya y a sus gustos excéntricos, quizá un tanto más "oscuros".

Toman asiento, un punto en contra es la música, que es para nada especial o interesante. La conversación le parece genial y la escucha con atención. Priya empieza a hablar de su trabajo en la morgue, como siempre, tratando de omitir detalles escabrosos sin lograrlo, cuando les traen las bebidas parece haberse quedado sin algo que contar.

—Oye... pero ¿No vas a decirnos más? — Zdenka pica de nuevo el tema de conversación, pese a la reticencia de Susi de escuchar historias de muertes o asesinatos.

—En realidad —Pone un dedo sobre su boca, como pensativa—No es fácil decir esto, pero hay un par de cosas que están irregulares en el trabajo y me dan muy mala espina: No hay muchos muertos.

—¡¿No hay muertos?! Lloremos ¡Qué tragedia! —Se burla Suzane

—No, no me malinterpreten, pero es normal que lleguen a la morgue todo tipo de personas, las que murieron por causas naturales, paros cardiacos o que lleguen del hospital por una operación delicada que no salió bien... ya saben. Pero... Ahora no hay nada ¿Me entienden? Desde hace cinco días no llega nadie, es como si la muerte se hubiera tomado vacaciones.

—Va a sonar tonto pero ¿Crees que se deba a que la gente se está empezando a alimentar mejor... y hace más ejercicio?

—Al principio creí que mucho de eso tenía que ver, o que incluso se debía a las nuevas fuerzas policiales que promovieron en todo el país, con esto de la delincuencia y la pobreza...pero... — Hace una pausa y pide a sus amigas que se acerquen un poco más para escucharla, y además, baja la voz — Hoy charlé con una compañera que estudió medicina y está haciendo su residencia... Me dijo que el hospital está abarrotado, que la sala de oncología está llena de alaridos... Como si la gente... a pesar de la falla de sus órganos... no pudiera morir.

Zdenka frunce el ceño, sin entender porqué Priya les otorga esa información como si fuera confidencial.

—Pero ¿Y los asesinatos? Ayer dijeron que encontraron a un par de personas muertas en circunstancias extrañas.

—Sí, pero... lo siento... De eso no puedo hablar.

—¿Por qué? — Cuestiona Susi, un poco intrigada — Varias veces nos contaste sobre casos que viste, incluso en el desayuno, sin apiadarte de mis ganas de vomitar, ¿y ahora simplemente te callas cuando se puede tratar de un buen chisme?

—Es más que un chisme, chicas... Es delicado. Es un asunto policial muy serio... pero solo les puedo decir que... sospechan de un posible asesino serial o de algunos trastornados.

—¿¡QUÉ!? —Eleva la voz Zdenka sin poder creerlo, pero sus dos amigas la mandan a callar ⼀ What the fuck! ¿Y no se te ocurrió decirnos antes de salir de noche? —susurró.

—No entiendes... Dos de las víctimas de este posible asesino... fueron descubiertas en sus casas y eran personas solitarias... de ésas que trabajan en línea y piden todo a domicilio... es como si tuviera una preferencia por esta gente... lo que te deja en claro que no hay un lugar seguro si estás solo, incluso es mejor que ahora permanezcamos juntas, por eso, en cuanto salgamos de acá, iremos a dormir a mi casa, nadie se irá por su lado ¿Entendido?

Asienten mirándose entre sí, pero con algo de miedo en los ojos. Zdenka resopla y se airea con el menú.

—¡Está haciendo calor aquí! — Se abre el saco y sus dos amigas hacen un "Wuuuuu" para molestarla, ya que es la primera vez en años que luce un tanto más provocativa para una noche de chicas.

—¡Amiga! Te recordaba más plana ¡Ese bralette hace un buen trabajo!

—Am... ¿Gracias? — Pregunta metafóricamente, sin comprender si se trata de un halago.

Decide ir a la sección de guardarropa para dejar su saco y regresa, el lugar va llenándose poco a poco y la temperatura sube.

—Zdenka ¿Cómo te ha ido? Hace mucho que no podemos charlar—pregunta Priya

—Mi trabajo es nada interesante a comparación del tuyo, pero he estado bien.

—¿Qué tal vas con la medicación?

—Ya pude dejarla hace dos meses y no he vuelto a presentar las lagunas mentales, así que, según mi terapeuta estoy progresando.

—¡Qué belleza! ¡Hay que brindar por eso!

—Ok ok ¡Salud!

—Cheers!

—Geonbae!

Piden unas papas para picar mientras charlan, todo va perfectamente y Zdenka se siente aliviada de que la noche sea tranquila, tal como se lo habían prometido... Y a pesar de no ser siempre una persona efusiva o extrovertida, aprecia poder compartir aquel momento con las mujeres de su vida.

NieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora