-¿Cómo te la pasaste en tus vacaciones?
-Mal George, porque no las pasó con nosotros ...
-¡Chicos! -Salté a los brazos de los dos, apretándolos fuerte de los cuellos a cada uno con un brazo-. Ustedes dos, van a matarme, se los juro ...
-Lo sabemos -contestó George.
-Lo quería hacer justo ahora, con nuestros cuellos -continuó Fred, sobándose el costado del cuello con una sonrisa.
-Que exagerados son, pero si, tienen razón. ¡Se fueron una semana antes de Navidad y ni un aviso me dieron! -intervine molesta.
-Lo sé y lo sentimos -repuso Fred, con una cara de ligera tristeza y una sonrisa entre labios. Compartió miradas con su gemelo y continuó-. Tuvimos una emergencia y tuvimos que irnos antes de Hogwarts.
-Los extrañé muchísimo y no pude enviarles sus regalos de Navidad ya que me los regresaban, creo que hubo un problema ...
-¿A dónde los mandaste? -Ppeguntó Fred un poco más serio.
-¿Pues a donde más? a la madriguera, claro -contesté confundida-. ¿Hay algo que quieran decirme? -Los miré juntando las cejas.
-Nada interesante -repuso George rápidamente y miró con la misma velocidad a su hermano.
-O de lo que tengas que preocuparte -continuó Fred-. ¿Cuál era nuestro regalo? Si es que podemos averiguarlo ...
-Bueno, estuve pensando en un par de saetas de fuego ...
-¡Te amamos! -Interrumpieron los dos al mismo tiempo para luego alborotarme el cabello.
-Eso ya lo sabía -dije tratando de arreglar mis cabellos-. Sin embargo -continué dejando de usar mis manos en mi cabello y haciéndome a un lado para dejar pasar a algunas chicas de Hufflepuff-. La cara de sapo les prohibió jugar Quidditch por el resto del año -al decir esas palabras los gemelos compartieron el mismo disgusto de sus caras conmigo, solté una leve, corta risita y continué-. Así que opté por una mejor opción, ya saben, para ayudarles en sus inventos -esta vez lo dije en voz baja cerca de sus oídos.
-Tú muy bien sabes que no nos puedes dejar con la duda -George se apresuró decir, también en voz baja.
-Ni modo, tendrán que esperarse para cuando lleguemos -comenté burlonamente, dándome la vuelta para caminar hacia mi destino no tan deseado-. No veremos al rato -dije en voz alta mientras me iba.
-Adiós Hamilton -contestaron los dos gravemente y con una risa desde la garganta.
Pasé por unos cuantos más asientos donde muchos chicos menores que yo se ponían a platicar, o darse obsequios ya que no se han visto. Caminé tranquilamente por el vagón, hasta que llegué tranquilamente frente a uno que estaba algo vacío para las personas que siempre se sentaban juntas. Era Harry Potter, junto con Luna Lovegood, Ginny Weasley y Neville Longbottom. Al pasar, la hermosa chica del rojizo cabello se paró de inmediato y abrió la puerta de su compartimento, llamando mi atención.
-____ -me llamó saliendo del compartimiento.
-Hola Ginny -la saludé amablemente con una sonrisa entre labios.
-¿Cómo te la pasaste en las vacaciones? -preguntó animada.
-Bien, normal, nada interesante, y ¿tú? -le seguí asomándome discretamente sobre el hombro de Ginny-. De hecho, no hace falta que me digas, me encontré a tus hermanos hace un rato ...
-Te explicaron porque nos tuvimos que ir antes ... ya veo ...
-Algo así ... ¡Hola Luna! -La saludé en cuanto se puso a un lado de Ginny.
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Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}
Подростковая литератураNuevo país, nueva ciudad, nueva escuela, nuevas experiencias... pero jamás creí que una de ellas tuviera el nombre de Draco Malfoy. El deseo, el amor, las mentiras y las verdades... Todo será diferente. Y claro, el interés hacia una nueva persona qu...