Por más que el terror me consumía por dentro, no podía mostrar debilidad ante él: Lord Voldemort. Agarré todas mis agallas y fuerzas que me quedaban, me impuse ante él, esperando lo peor.
-¿Tú quién eres? -me preguntó él, con una voz tenebrosa y sombría mientras cargaba su varita sin apuntarla.
Antes de que dijera algo, vi detrás de él a Draco y sus padres, luego aparecieron más personas que yo no concia y al final mis padres.
-Mi señor, ella es nuestra hija -habló mi padre a sus espaldas.
-Silencio -ordenó al escucharlo y lo miró-. Le pregunté a ella, no a ti -esta vez lo dijo molesto y regresó a mi-. ¿Cual es tu nombre?
-Soy ____ Hamilton -respondí fríamente.
Su reacción a mi repuesta fue una gran sonrisa macabra, mostrando los dientes. Caminó lo más cerca que pudo, sin invadir mi espacio personal.
-Así que ...- miré como mis padres entraban a la habitación-. Es su hija, ella es _____- dijo Voldemort mientras los vio cómo se acercaban a mí-. Déjenla - ordenó al momento que quisieron abrazarme.
-Mi señor, mírela -suplico mi padre.
-¡Aléjense de ella! -ordeno nuevamente. Mis padres me miraron asustados, pero hice un gesto para que no se preocuparan e hicieron caso.
Draco se acercó lo más que pudo, pero sus padres lo detuvieron antes de que pensara en llegar a mí. Luego se escuchó el quejido del hombre que había quedado inconsciente en el suelo gracias a mi hechizo. Voldemort fue con él y me miró para que también lo hiciera, así fue, nadie se nos acercó.
Mientras el tipo iba recobrando la conciencia, al momento de que el hombre se dio cuenta que estaba a los pies de Voldemort, se mostró alarmado.
-Mi señor -se sorprendió estando en el suelo con la cabeza gacha-. ¿Qué hace aquí?
-¿Qué hago aquí? ¡¿QUÉ HAGO AQUÍ ?! -exclamó furioso Voldemort.
-Por favor, mi señor ... -suplicó con arrepentimiento en la voz. A mí no importaba, solo me daba asco y quería que pagara por lo que me hizo.
-¿QUÉ LE HICISTE? -le cuestionó a Voldemort, apuntándole con la varita.
-Yo ... yo n-no hice n-nada mi señor -contestó él hipócritamente y levantando las manos en forma de súplica.
-Maldito cerdo... -murmuré entre dientes, deseándole lo peor mientras lo veía lloriquear.
-No te creo -admitió Voldemort secamente.
Ante sus palabras, el hombre suplicó y se puso a besar sus pies al igual que su túnica, como si fuera un dios, pero esto solo lo enfureció más.
-¡QUITATE!
-¡Mi señor! ¡Por favor! ¡Yo no hice nada!
-¡Crucio!
El hombre comenzó a retorcerse en el suelo mientras suplicaba a Voldemort que le diera otra oportunidad "¡MI SEÑOR! ¡JAMÁS LE MENTIRIA!". Pura mierda, es un asqueroso pervertido y lo merece, es más, no merece vivir ...
-¿Es lo que sientes?
-¿Disculpé? -pregunté nerviosamente, apenas me había percatado de lo que acababa de pasar
-Quieres que sufra, ¿cierto? -preguntó con una ligera sonrisa de poder en su rostro, mientras los gritos del hombre se escuchaban de fondo-. Quieres verlo morir... darle su merecido...
Tragué duro y respiré hasta el fondo.
-No, no podría ... -respondí con un hilo en la voz.
-Él te lastimó y no le importó -continuó este, que ya le había dejado de apuntar con la varita al tipo en el suelo. No respondí, y el silenció se apoderó de la habitación por unos minutos hasta que Voldemort volvió a hablar-. Algún día lo harás tu sola y sabrás que se lo merecen ¡ AVADA KEDAVRA ! -Y una luz verde salí del interior de su varita y le dio justo al tipo que lamentaba en el suelo, para terminar con su vida rápidamente.
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Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}
Подростковая литератураNuevo país, nueva ciudad, nueva escuela, nuevas experiencias... pero jamás creí que una de ellas tuviera el nombre de Draco Malfoy. El deseo, el amor, las mentiras y las verdades... Todo será diferente. Y claro, el interés hacia una nueva persona qu...