Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}

~11~

—¿Qué te parece? —me preguntó Amelia, un poco insegura, pero con una leve sonrisa.

Estábamos a tan solo una semana del gran baile.

Noah y yo seguíamos juntos y en cuestión de días cumpliríamos dos meses.

—Te ves más que preciosa —respondí encantada, sonriendo de oreja a oreja mientras le daba una vuelta.

Un vestido azul rey, ciñendo su cuerpo y con escote de corazón. De verdad se veía preciosa.

—Pues me he probado bastantes... y este es el que más me gusta, la verdad ya me cansé de buscar vestidos —agregó, volteándose a mirarse en el espejo y pasando las manos por su cintura.

—Este es, te ves hermosa, en serio —repuse en su hombro y la abracé por la espalda.

—Bien, este será —apretó mi mano con un poco de fuerza y apoyó su cabeza en la mía—. Ve a ver a las demás y dime que vestidos escogieron mientras me cambio.

—Va, ahora regreso.

Salí del vestidor de Amelia para ir directo al de Vera.

—Hola Ve, ¿ya tienes tu vestido? —le pregunté asomándome.

—¿Este te gusta? —preguntó desconfiada, acomodándose el cabello y los accesorios.

Era un vestido gris claro, con un listón gris más oscuro en la cintura. Muy bello.

—Es muy lindo, y combina con tus ojos —opiné sinceramente.

—Creo que se verá bien con el traje de Draco...

Es verdad, había olvidado completamente que Vera iba a ir con Draco... Tan solo pensarlo aún me causaba estragos... pero yo misma me había puesto en esa situación, así que no podía quejarme ni mucho menos ser una mala amiga.

Además, se veían muy bien juntos, y yo estaba muy bien con Noah.

Poco a poco Noah tomaba más fuerza en mi ser, y estaba bien con eso.

—Yo pienso que se verán muy bien... —repuse en voz baja con una sonrisa.

—Entonces es este, no puedo esperar para ver a todas y a nuestras parejas —dijo sonriente—. Que Noah siempre anda hablando de ti ehhh —agregó con una sonrisa ladina.

Yo me reí y me tapé la cara por unos segundos.

—Sí, espero que la pasemos muy bien... Bueno, en fin, voy con las demás —respondí y busqué una excusa para irme.

No había pensado en Draco en algunas semanas, pero el tan solo imaginar que iría de traje me revoloteaba el estómago.

No era una buena novia. Carajo.

Después de un rato, todas ya estaban pagando sus vestidos, así que decidí salir y miré una tienda de trajes para hombre. Vi algo que me llamó la atención. Crucé la calle y entré. En cuanto lo hice, me atendió un amable señor.

—Buenas tardes señorita, ¿busca algo en especial?

—Buenas tardes, esa camisa de ahí —señalé lo que me llamó la atención.

—Claro, es muy elegante, ¿es para su pareja? —me llevo a verla detenidamente y pude ver con claridad lo elegante que era, es perfecta para Draco—. Estoy seguro que a su pareja le gustará mucho.

—En realidad... es para un amigo —respondí rápidamente mientras tocaba la tela.

Se sentía muy fina y suave. Me saldría caro, pero tenía ahorros suficientes.