Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}

~17~

Narrador.

25 de diciembre de 1994

En la mansión de los Malfoy, los jóvenes enamorados se abrazaban y expresaban su amor. Era un hermoso día, aunque no faltó el frio de la Navidad.

"Bajemos a ver los regalos" Ella mencionó entusiasmada

"Vamos hermosa" Respondió con una sonrisa y se fueron de la mano.

Se podía apreciar el hermoso árbol decorado de esferas rojas y blancas, las luces que lo cubrían brillaban en su esplendor.

"Es hermoso, ¿Cómo hiciste esto?"

"Usé un poco de magia"

"Pero. . . no la podemos usar fuera de Hogwarts"

"Nadie se enterará, a menos que tú lo reveles" Él la tomó de la cintura y la acercó a sus labios para convencerla de no hacerlo.

"Jamás te delataría" Ella lo tomó de su camiseta y unieron sus labios.

Un ruido los alertó así que se separaron apresuradamente.

"Abran sus regalos, ¿Qué esperan?" Mencionó la madre del joven, junto a ella estaba el resto.

Empezaron a abrir todo revelando hermosos y costosos obsequios.

Para el Joven Malfoy; un reloj de lujo, ropa de la más alta calidad y de marca, por último, un par de anillos bastante elegantes y brillantes.

Para la Joven Hamilton; hermosos vestidos de su marca preferida, libros sobre hechizos y pociones, hermosas joyas llenas de diamantes y oro, zapatos altos diseñados especialmente para ella.

"Esto es hermoso, gracias, madre y padre, estoy muy agradecida" Los abrazó dulcemente y se sintió como una verdadera familia por un instante.

"Gracias por los obsequios, madre" El joven abrazó a su madre con mucho amor, en cuanto a su padre solo lo miró y le agradeció.

"También les debo agradecer a ustedes señor y señora Malfoy, los regalos fueron más de lo que pude imaginar, al igual, que haberme invitado a su casa, gracias por todo" La joven los vio amablemente y ellos asintieron con la cabeza, la madre del joven mostró una sonrisa.

"Muchas gracias por aceptar nuestra invitación y los obsequios señor y señora Hamilton" El joven les agradeció con la mirada y ellos asintieron.

"Bueno, saldremos a una comida y regresaremos hasta el anochecer, pueden invitar a sus amigos, pero nada de fiestas" Dijo la señora Malfoy.

"Siempre y cuando no sean sangre sucias ni traidores de la sangre, aunque no debería preocuparme por eso, ¿cierto Draco?" Respondió el señor Malfoy fríamente.

"No hay ningún problema con eso, padre, todo estará bien"

Todos se retiraron del salón exceptuando a los jóvenes enamorados.

"¿Qué quieres hacer?" Preguntó ella dulcemente.

El la abrazó tiernamente y la miró a los ojos "Podemos salir un rato. . . o quedarnos todo el día en cama viendo películas y comiendo lo que tú quieras"

Ella sonrió y le contestó "Me gusta más la segunda idea" Le dio un beso, él le acarició la mejilla.

"Me parece perfecto"

Y así pasó el día de Navidad y la última noche de la chica. Fue un gran día para ellos dos que recordarían por el resto de sus vidas.

Llegó la noche y con eso el sueño. Los dos se quedaron dormidos, sobre la cama, como rocas abrazados frente al gran televisor.