Las semanas pasaron volando sin que me diera cuenta. Estábamos a solo unos pocos días para que iniciara el mes de octubre. Lo único que me emocionaba era que habría una gran fiesta por la noche de Halloween, en mi casa, Slytherin.
Había invitado a varios de Gryffindor, unos que me caían bien y a Harry. No sé en qué momento volvimos a hablarnos, pero supuse que sería una buena idea invitarlo.
En tanto a Tom, quedó en Slytherin, obviamente... Y respecto con su identidad, el profesor Snape nos ayudó y dio indicaciones que venían desde mi padre. Tuvo que usar otro apellido, claramente no fue el mismo que el mío. Ahora era llamado como Tom Muller, para no llamar la atención.
Eso era ante todo mundo, pero mi vida personal o "amorosa" estaba más que muerta. Era imposible que olvidara a Draco, porque es la única persona que no se va, además, es todavía más difícil si es que lo veo todos los malditos días.Yo ocultaba mi dolor y me tragaba las lágrimas cada vez que lo veía con Madison, porque desde que iniciaron las clases los dos han estado juntos, mejor dicho, solo han estado compartiendo saliva. Siempre que mis ojos se cruzaban con ellos, Draco hacia una sonrisa malvada y me miraba como si fuera su venganza.
Eso siempre pasaba en el comedor o en la sala común, lo cual me repugnaba y salía del lugar rápidamente. Por irme sin siquiera probar un bocado de comida, había dejado de comer, inconscientemente, algunas veces no tenía tiempo, ni ganas, ni apetito.
Me tenía harta con el hecho de que siempre me mirara de manera despectiva cuando estaba con Madison. Para hacer que le doliera en el ego, lo ignoraba, y realmente le molestó. Tanto que me dirigió la palabra después de semanas.
-Tu hermano no parece muy contento.
Fruncí el ceño confundida, noté que ya no tenía la mirada tan imponente, parecía más relajada. Sin embargo, le giré los ojos y seguí con mi lectura.
-No sé qué pensarán los demás si se enteran que es hijo del señor...
-¿Qué quieres Malfoy? -le cuestioné de mala manera y levanté la vista de mi libro.
-¿Crees que Dumbledore lo sepa? -preguntó con una sonrisa ladina.
-¿Saber qué? -escupí molesta dejando el libro sobre la mesa.
-Shhh -puso su dedo en mis labios-. ¿Recuerdas que estamos en la biblioteca? -se burló acortando el espacio entre los dos.
Aparté su dedo de mi cara con brusquedad y me separé de la pared donde me recargaba. Ahora su respiración abanicaba mi piel, su locion me refrescaba y su piel me hacia vibrar-. Vete.-Estás de mal humor Hamilton.
-Como tú dijiste, no quiero verte cerca de mí -recordé cruzándome de brazos y fulminándolo con la mirada-. ¿O qué? ¿Madison te dejó con las ganas de coger?
Draco pasó su lengua por el interior de su mejilla y apretó la mandíbula. No apartó el contacto visual y puso su mano contra la pared a un lado de mi oreja, provocando que me hiciera para atrás, chocando con la pared.
-Y también veo lo fácil que te es reemplazar a la gente -dije con la voz clara y bajando la mirada a su mano.
Él frunció el ceño y me siguió la mirada, sonrió y levantó su mano. Usualmente dos anillos adornan sus manos, pero en esa faltaba uno, el que me había dado y el que me había quitado.
Estuve fría ante mis emociones y no hice nada, ningún gesto o palabra en tono de molestia o dolor al ver su cara de satisfacción.
-A ella no le queda tan bien como a ti, es molesto -habló mientras su mano pasaba por mi mejilla.
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Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}
Novela JuvenilNuevo país, nueva ciudad, nueva escuela, nuevas experiencias... pero jamás creí que una de ellas tuviera el nombre de Draco Malfoy. El deseo, el amor, las mentiras y las verdades... Todo será diferente. Y claro, el interés hacia una nueva persona qu...