~1~

42.5K 1.2K 508
                                    

Esta historia terminó el 10 de agosto de 2022 y cuenta con 99 capítulos y uno extra de agradecimientos. La razón por la cual es bastante extenso, es porque da inicio en cuarto año.

Hay algunas inconsistencias respecto a las edades que estoy corrigiendo, ya que llevo mucho tiempo escribiendo esto y decidí que para algunas escenas +18, los personajes tengan más de 17 años, pero nuevamente les recuerdo que lo estoy corrigiendo.

Pero algo que está claro es que _____ tiene 17 años al iniciar la historia.

Sin más que decir, disfruten la lectura.

Regina <3

_________________________________

Si algo he aprendido al llegar a Reino Unido, es que en invierno no puedes salir sin un buen abrigo, pero en verano el calor es infernal.

Y este verano era el peor de mi vida.

Este verano empezó con desempacar en un lugar extraño, lejos de mis amigos, lejos de todo los que me hacía feliz ¿y por qué? porque mis padres decidieron que tendría una "mejor" educación en el Colegio de Hogwarts.

No me emociona mucho, pero literalmente no puedo hacer otra cosa.

Por otro lado, lo que me dijo mi padre, la mejor casa para mí es Slytherin. Yo investigué y parece que es la mejor opción, no hay tantos sangre sucia como en las demás casas.

Estaba por leer mi cuento favorito cuando a mi madre se le ocurrió la maravillosa idea de ir a un tal callejón Diagon por unas cosas.

Literalmente no podía negarme, ya que necesitaba cosas para la escuela.

Para cuando llegamos al lugar, mi madre me dio un pequeño mapa que me decía a donde ir a conseguir todo, asi que mi madre y yo nos separamos para comprar las cosas más rápido.

Estaba siguiendo el mapa cuando aparté la vista de este y alcancé a ver un hermoso y elegante vestido negro.

Miré la hora y aunque faltaba poco de encontrarme con mi madre, decidí entrar a la tienda.

—Hola, buenas tardes —saludé amablemente.

—Buenas tardes señorita, ¿en qué le puedo ayudar? —respondió una anciana con un vestido floral y una gran sonrisa.

—¿Este vestido negro está en venta? —sonreí de vuelta y me acerqué al aparador.

—Claro que si —respondió acercándose lentamente—, pruébatelo, te aseguro que te va quedar perfecto—propuso alegre.

Hizo un movimiento con su varita que hizo que quitara el vestido y lo cambiara por uno rosa pastel.

—Bueno... gracias, ahora vuelvo —caminé hasta los vestidores y cerré la puerta.

El vestidor no tenía espejo, pero yo sentía que el vestido me quedaba como una segunda piel.

Al salir, la señora me miró asombrada y sin quitar su sonrisa.

—Párate aquí, linda —dijo ella y me guió a al espejo gigante que había visto de reojo.

Sonreí al verme parada frente al espejo, no me lo creía. La tela de vestido era suave pero me hacía notar más mis curvas. Realmente me hacía sentir muy guapa.

—Este vestido fue echo para ti —comentó muy sonriente la señora a mis espaldas.

De repente la puerta del local se abrió dejando ver un chico con un traje negro y cabello platinado.

—Hola Miriam, ¿ya tienes listo el vestido de mi madre? —dijo sin siquiera notar mi presencia.

—Hola Draco, todo listo, espero que le guste mucho —fue al mostrador y sacó una bolsa de color verde oscuro.

El la acepto y asintió con la cabeza.

Y al parecer notó mi presencia, ya que me miró por mucho tiempo. Yo ni siquiera le di importancia.

—Luce hermosa, la señorita, ¿cierto? —comentó la señora en cuanto regresó con la nota.

Voltee a verlo y vaya que era apuesto. No podía ignorar lo alto que era, lo marcada que lucia sin mandíbula y lo bien que le quedaba ese traje negro. Aparté la mirada lentamente ya que sus ojos eran muy atrayentes.

Ignore cualquier pensamiento en mi cabeza y solté mi cabello para ver como se veía.

El solo me miró de pies a cabeza y dijo:

—Pues no está tan mal —contestó con tono burlón y soltando una ligera risa.

Mire a otro lado y pensé, ¿Qué se cree ese cretino? . Me enojé por un segundo, pero decidí ignorarlo, no darle importancia a un chico tan arrogante e insignificante.

—Disculpe, siento que no me queda muy bien, ¿Podría ver más? —propuse a la señora de forma cordial, ignorando completamente los ojos del platinado posados en mí.

—Claro que si señorita —repuso y se retiró yendo a buscar más.

Notaba por el rabillo de mi ojo como el platinado abría la puerta para salir.

—¿Por qué no lo compras?, Te ves hermosa, simplemente bella, pero estoy seguro de que te verías mejor sin el —hizo una sonrisa coqueta y se retiró.

Al principio me sacó mucho de onda su comentario... ¿Primero se había burlado y luego me había coqueteado? O lo que sea que haya sido eso.

Suspiré y regresé mi vista al vestido.

Definitivamente lo compraría, y definitivamente descubriría quien era él.

Llegué a mi casa demasiado cansada y preparé mis cosas para después acostarme. Mientras trataba de dormir, la imagen de él me llegó a la mente... Alto, rubio, de tez pálida, ojos grises... y un completo idiota.

Había sido un imbécil pero que se había metido completamente en mis pensamientos y realmente lo odiaba. Ni lo conocía, ni sabia su edad o su apellido, pero no dejaba de causarme tantas preguntas.

Los días se fueron como agua y al fin llegó el momento de irme a mi nueva escuela. No es que odiara todo en realidad, pero ya no soportaba las peleas de mi mamá y papá.

Me levanté temprano para estar lista y que no se me hiciera tarde. En eso me llamó mi mamá y baje mis cosas.

—____, desayuna bien antes de que nos vayamos, no quiero que te sientas mal a medio camino.

Ella insistía en que debía de comer bien pero realmente no podía.

—Si mamá, no te preocupes —agarré una fresa y nada más.

En eso escuché a mi padre bajar por las escaleras—: T/n, ¿estas emocionada? —se sentó en una de las sillas de la enorme mesa de mi comedor, justamente en la cabeza.

—Pues algo, ya sabes que sigo extrañando a mis amigos y mi escuela, pero es una buena oportunidad para conocer personas —respondí y tomé un poco de agua.

—Así es hija, sé que esto no es lo que esperabas este año, pero nadie lo esperaba para ser claro—respondió dándole un sorbo a lo que quedaba de su taza con café—. Bueno ya vámonos hija, no quiero que pierdas el tren —asentí con la cabeza y me levanté, agarrando mi bolsa.

Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora