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El día del baile al fin llegó. Hermione y Ginny me ayudaron a maquillarme y a peinarme. Estábamos encerradas en mi habitación desde bastante tiempo.

Ginny se había vuelto mi amiga gracias a Her, y era muy linda con todos.

—____, ¿Y tú vestido? —me preguntó Ginny.

—Lo tengo en mi armario, ahorita me lo pongo... Pero ustedes ya están así que las alcanzo en el baile —respondí sonriente.

—Bueno, pero no te tardes mucho —me pidió.

—Si chicas no se preocupen, ya váyanse que sus parejas las están esperando —repuse sonriente.

Ginny salió de la habitación con mucha emoción en su rostro. Se veía muy linda.

—Ya sabes, impresiona a todos, y si Draco no te corresponde... yo bailaré contigo toda la noche —Hermione me alentó con una gran sonrisa y me abrazó.

—Gracias Hermione, eres mi mejor amiga —le dije en su hombro.

—También eres mi mejor amiga —respondió cuando nos separamos y caminó a la puerta—. Será mejor que no te tardes mucho, nos vemos allá —dijo antes de abrir la puerta e irse.

Yo suspiré cuando estuve completamente sola. Quería a Draco, mucho, ya era tiempo de admitirlo, pero también tenía mucho miedo.

Me levanté de mi silla y fui a mi armario. Ahí estaba el vestido que usaría, pero al sacarlo noté que al final estaba el vestido negro que compre ese día en el callejón. Sonreí con nostalgia al recordar que ese día lo vi por primera vez. Había sido muy odioso, pero causó tanto impacto en mí que no pude olvidarlo por el resto del día.

Cerré el armario y me puse el vestido azul. Dejé mi cabello suelto, un poco ondulado. Me puse unos tacones plateados no tan altos. Unos aretes pequeños de diamante que me había regalado mi padre, y un anillo de plata con pequeños diamantes incrustados.

Realmente me sentía hermosa y estaba lista

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Realmente me sentía hermosa y estaba lista.

Mis piernas temblaban al igual que todo mi cuerpo, así que tuve que agarrarme del barandal mientras bajaba las escaleras.

Y ahí lo vi, con Vera.

Sentí los estragos y pronto Draco notó mi mirada. Tragué duro, pero no quité mis ojos hasta que me miró. Mi corazón comenzó a latir más rápido con el simple hecho de ver sus ojos.

Noté como una ligera sonrisa se formaba en sus labios, pero pronto se esfumó cuando Noah ya estaba frente a mí.

Tuve que quitar la mirada y tomé la mano de Noah.

—Te ves... preciosa —me sonrió y me dio un beso corto.

—Gracias Noah, tú te ves muy bien —repuse un poco distante y le di una leve sonrisa—. Vamos.

Hazme suspirar {Draco Malfoy y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora