Lo primero que vio al despertar fueron los ojos del color de la miel, que lo observaban como si fuera una obra de arte.
Sonrió y estiró la mano para acariciarle la mejilla. Hyukjae se acercó para besarlo con dulzura, mas pronto estaban fundiéndose en la boca del otro al igual que lo habían hecho la noche anterior. Robándose el aire. Empezando con caricias que los llevaron a estar acalorados y excitados en cuestión de minutos.
—¿Te apetece? —le escuchó decir contra sus labios.
—La pregunta ofende.
Notó que reía y volvieron a besarse. Dejó que Hyukjae llevase el mando mientras envolvía las piernas alrededor de sus caderas. No lo habían vuelto a hacer después de su pequeña sesión de sado, si es que se le podía llamar así. El cuerpo de su novio seguía pareciendo la víctima de un enjambre de abejas y el suyo estaba totalmente limpio. Si podía evitar que le marcara, iba a hacerlo, pero si acababa con algún que otro chupetón tampoco se iba a enfadar. Era más que obvio, con solo mirar los hematomas en sus muñecas, quién había sido sometido de los dos.
Le acarició la espalda desnuda con las yemas de los dedos, notando cómo se le ponía la piel de gallina. Suspiró, disfrutando de su reacción, y se estremeció también cuando dedos suaves le devolvieron las caricias en los costados. Hyukjae soltó sus labios con un pequeño mordisco y comenzó a bajar. Sin chupar, solo con besos, hizo un camino por su cuello y el centro de su torso hasta llegar a su ombligo. Le acarició la barriga con la nariz y besó su tatuaje.
—En verano dijiste que ibas a hacerte uno en el brazo —recordó mientras repasaba las líneas de las nubes con el índice—. ¿Te arrepentiste?
—Fue cuando estabas con el cara de rana —frunció el ceño. Acordarse de aquello lo ponía de mal humor— Cuando pienso en ese tatuaje me acuerdo de que estuviste a punto de irte con él.
—Pues menos mal que no te lo hiciste.
—¿Esa es tu forma de consolarme? —le golpeó el pecho— Estuve a punto de perderte, Hyukkie. A mí no me hace ninguna gracia.
La sonrisa de los labios gruesos no desapareció, aunque sí la diversión. Lo vio subir y esperó un beso en la boca, pero acabó recibiendo un montón en la mejilla. Se agarró a sus hombros y río. No podía enfadarse con él.
—¡Justo cuando pensaba que no podías ser más adorable! —siguió besándole la cara, la nariz, la otra mejilla, los ojos. Era como si le dijera "te quiero" con cada pico.
Aunque disfrutó, se puso nervioso enseguida. Le tiró del pelo con suavidad para que parara y tomó su boca con la lascivia suficiente para apartar al Hyukkie cursi y recuperar al pervertido. Los dedos ajenos bajaron del tatuaje hasta su culo y ambas manos lo apretaron por encima de la ropa interior. Gimió. Dejó que se la quitara y dio media vuelta.
—Vuelve a llenar a tu bebé.
—Uhm... —Hyukjae le mordisqueó la oreja— Sabes que no puedes darle un hermanito a Haneul, ¿verdad?
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Stirring Up [EunHae +18]
FanfictionDonghae tiene 31 años. También tiene un trabajo estable como policía y un anillo de matrimonio que ya no se pone. Le gusta encerrarse en la galería de tiro, darle palizas a los maniquíes de boxeo y fumar cigarrillos mentolados, aunque nunca hace nad...