Capítulo 77

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—¡Divertíos! —meneó la mano desde el umbral, despidiendo a su madre y a su hija

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—¡Divertíos! —meneó la mano desde el umbral, despidiendo a su madre y a su hija.

Por fin, después de mucho tiempo, tenía la mañana del sábado libre. En un principio sus planes habían sido pasar el día fuera con Haneul y Hyukjae, quizás conducir hasta la playa o hasta algún lugar que no fuese el centro comercial y divertirse los tres juntos. Pero su madre había insistido en llevarla a un teatro benéfico, por lo que no había tenido más remedio que posponerlo todo.

Ahora sus planes consistían en esperar a que ambas desaparecieran para cerrar la puerta y enfrentar a su novio. Así que, en cuanto la puerta del ascensor se cerró, él dio media vuelta y atrapó los ojos de color miel con los propios.

—Tenemos todo el día para nosotros —ronroneó.

—Me pregunto qué podríamos hacer. Una pareja joven y sana sola en casa por primera vez en meses. Sé que hay algo que podemos hacer, lo tengo en la punta de la lengua...

Chasqueó la lengua con diversión. Estiró los brazos para engancharse a su cuello y se estiró hasta sus labios.

—Pues dame esa lengua, a ver si yo puedo ayudarte.

Tan pronto como lo dijo, el mayor se lanzó sobre él. Dos manos tomaron su cintura, obligándolo a avanzar para pegarlo a su cuerpo y luego a retroceder para pegarlo a la puerta. Oyó cómo se cerraba, y esa fue la señal que necesitaba para enredar los dedos en su pelo y subir una pierna a sus caderas. Su novio se encargó de subirle la otra, por lo que se enganchó a él como un koala.

Con un solo paso hacia delante, Hyukjae eliminó cualquier centímetro de separación que hubiera entre los dos. Devoraron sus bocas, frotando sus entrepiernas, suspirando contra la lengua del otro. En cuanto se separaron para respirar, los labios gruesos comenzaron a bajar por su mandíbula hasta llegar a su cuello y chuparon. A pesar de su regla de no dejar chupetones en lugares visibles, tuvo la sensación de que ahí había quedado una marca.

—Tendrás que decirle a tu jefe que te ha picado un mosquito —le susurró éste, confirmando sus sospechas.

—Uno muy grande y sexy —ronroneó.

Su novio lo besó de nuevo, como si llevara años sin besarlo. Aunque no tenían prisa, continuaron frotándose y acariciándose como si estuvieran en una carrera contrarreloj. Pero era normal. Llevaban meses limitándose a hacerlo por las noches y sin alzar la voz. Desde el cumpleaños del mayor no habían vuelto a quedarse a solas y a tener la oportunidad de hacerlo fuera de la cama. Ahora que tenían todo el día para ellos, no pensaba dejar que saliera de entre sus piernas. Pensaba tener un orgasmo en cada esquina de ese apartamento.

Alzó los brazos para que el otro le quitase la camiseta de AC/DC y gimió bajito cuando la puerta helada se pegó a su espalda, doblándose ligeramente con las manos clavadas en sus hombros. Hyukjae observó su torso desnudo con hambre, con las pupilas dilatadas y las mejillas enrojecidas. Le apretó el culo con las manos para alzarlo unos centímetros y se inclinó despacio. Tan despacio que Donghae no imaginó que mordería su pezón.

Stirring Up [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora