Estaba muy caliente.
Ya había sospechado que todo era cosa de su hermana cuando el menor había nombrado las interrupciones, pero que Lee Donghae, el mismo que lo esperaba para estrenar un consolador, no quisiera tener sexo, había sido como un enorme cartel de neón. Por eso ella le había preguntado de repente cuál era su cita perfecta y por eso se la había encontrado en casa de Donghae. De eso habían hablado mientras veía Mamma mía. Ese era el secreto que Haneul le había comentado que estaba guardando en la última clase. Por eso parecía tan emocionado durante la llamada. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?
Donghae le había preparado su cita perfecta y él había conseguido fastidiarla por completo. No obstante, había logrado llevarlo al partido y era obvio que eso le había hecho muy feliz. Ni siquiera de pequeño había recibido tantos besos y abrazos suyos en tan poco tiempo. Podría haber visto diez partidos más solo para sentirlo, solo para verlo gritando, riendo y saltando. Al cine podían ir cualquier día, pero eso era algo que solo se podía vivir una vez.
Con respecto al restaurante, sí que se sentía un poco peor, pero al final había ocurrido exactamente lo mismo que en su cita perfecta y habían acabado besándose bajo la lluvia. Bueno, rozando sus labios bajo el techo de una parada de autobuses. Había sido romántico. Hasta Ilwoo debía de haber notado que estaban en una cita, aunque había evitado decir o hacer nada que pudiera incomodarlo.
El caso era que, después de todos sus esfuerzos, Hyukjae realmente quería premiarlo. Ya había planeado tener sexo con él después de cenar comida callejera y sus planes no iban a cambiar aunque fuesen a cenar ramen en casa. Pero de repente Donghae había empezado a comportarse como si no tuviera un vibrador escondido en su habitación, como si no le hubiera "obligado" a chupársela en casa con sus padres al otro lado de la pared, como si no lo hubiera montado en su despacho. Demasiado inocente para ser verdad. ¿Donghae negando la camiseta de Hamilton? Ahí había algo, desde luego. Por eso había recordado su charla con Sora de días atrás y se había percatado de que en su cita soñada apenas se daba un beso con el chico en cuestión. Pero es que ese chico no era Donghae, era alguien imaginario con el que nunca había tenido más allá de un cruce de miradas.
Y, joder, lo ponía tanto que el menor se estuviera esforzando por cumplir con esa estúpida fantasía.
Él ya no quería citas ñoñas con un chico perfecto que no existía.
Lo que quería ahora eran citas desastrosas con Donghae, que era imperfecto y estaba ahí, bajo su cuerpo en el sofá, mordiéndose el labio mientras lo miraba con esos ojazos marrones.
Por primera vez se sentía el pervertido de la relación.
—Levanta los brazos —pidió, tragándose el "por favor".
Donghae tomó aire profundamente, como si todavía siguiera dudando, pero obedeció y estiró las manos hacia el techo. Se dio prisa en quitarle camiseta. Su trabajado cuerpo le robó la respiración como todas y cada una de las veces que lo veía. Sus pezones erectos lo llamaban para que jugara con ellos, para que le diera al menor lo que siempre estaba pidiendo. ¿Quería que fuera duro con él? Pues lo iba a ser.
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Stirring Up [EunHae +18]
ФанфикDonghae tiene 31 años. También tiene un trabajo estable como policía y un anillo de matrimonio que ya no se pone. Le gusta encerrarse en la galería de tiro, darle palizas a los maniquíes de boxeo y fumar cigarrillos mentolados, aunque nunca hace nad...