—¡Buenos días, cumpleañero!Le respondió a su hermana mayor con un gruñido mientras frotaba la cara contra la almohada. No quería salir de la cama. Tenía la sensación de que todo iba a irse a la mierda si ponía un solo pie fuera del colchón.
—¿Alguien está de mal humor porque es un año más viejo?
Si tan solo fuera eso, podría superarlo, pero los recuerdos de la tarde anterior todavía le ponían los vellos de punta. No podía evitar encontrarse con Donghae de forma inesperada cualquier otro día o en cualquier otro momento. La noche anterior, sin embargo, había tenido la oportunidad de hacerlo y había decidido aprovecharla. Esperaba que Donghwa tuviera tiempo libre aquel día, porque no podía encerrarse de nuevo en su despacho y hacer que una compañera llevara a los niños con sus madres.
Bueno, poder podía, pero no era algo que debiera hacer. No era digno de un profesor responsable.
Igual que no iba a serlo el llegar tarde a clase.
Dio media vuelta, se cubrió los ojos con un brazo y apretó el móvil en el puño. Sora canturreaba el Cumpleaños feliz mientras esperaba una respuesta por su parte.
—Este año has sido la primera en llamar —dijo al final, intentando animarse un poco.
Ella rió con orgullo.
—Y espero no ser la última —respondió en tonto cantarín. Obviamente iba con segundas.
—Aún faltan papá y mamá.
—¡Hyuk!
—Sora —suspiró—, lo último que me apetece es hablar de eso.
Quería contárselo, pero volver a explicar cómo, cuándo y dónde se había acostado con Donghae iba a ser demasiado duro. Necesitaba tiempo para enfriarse y entonces iría a casa de su hermana un fin de semana y se acurrucaría con ella en el sofá mientras se compadecía entre sus reconfortantes brazos. Como años atrás. Como el día en el que ella lo había ayudado a desaparecer.
De momento le bastaba con que sus amigos lo supieran y no hubieran vuelto a sacar el tema. Estaban dándole unos días de ventaja antes de empezar a burlarse de su escasa vida sexual.
—Hace año y medio desde que te dejó.
—Desde que rompimos por mutuo acuerdo.
—Como sea. El tiempo pasa, hermanito, y no puedes correr en dirección contraria. El pasado es solo eso, al fin y al cabo.
Ella sabía que Donghae había vuelto. Sabía que Sunhee ya no estaba. Sabía de la existencia de Haneul. Ella sabía todo lo que debía saber para que esa frase tuviera sentidos implícitos.
Le estaba diciendo que lo superara de una vez. Y él se lo habría replanteado de no ser porque hacía menos de doce horas había estado a punto de besar al culpable de todos sus problemas.
ESTÁS LEYENDO
Stirring Up [EunHae +18]
FanfictionDonghae tiene 31 años. También tiene un trabajo estable como policía y un anillo de matrimonio que ya no se pone. Le gusta encerrarse en la galería de tiro, darle palizas a los maniquíes de boxeo y fumar cigarrillos mentolados, aunque nunca hace nad...