Capítulo 26

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Se quitó el último tramo de espuma de afeitar con la cuchilla y retiró los restos con agua fría

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Se quitó el último tramo de espuma de afeitar con la cuchilla y retiró los restos con agua fría. Sabía que no tenía la necesidad de hacerlo, pues prácticamente no le salían vellos en el rostro, pero quería que su cara estuviera lo más suave posible aquella noche.

Desde que se habían despedido de los otros tres y se había ido con Jongwoon y Kyuhyun al cine no podía dejar de pensar en ello. Ni siquiera recordaba qué película habían visto. Solo sabía que quería a ese imbécil en su casa de una vez, desnudo y gimiendo su nombre hasta el orgasmo. El problema era que no sabía qué hora entendía Hyukjae por "después de cenar". Él todavía iba a vestirse mientras esperaba a que llegase el repartidor con su pollo frito. Suponía que el mayor estaría en las mismas condiciones, aunque puede que no. Tal vez deberían haber acordado una hora en lugar de soltar algo tan ambiguo como eso.

Anduvo hasta su habitación y se sentó en el colchón. En la mesita estaba su teléfono conectado al cargador, justo encima del sobre que Donghwa le había dejado una de aquellas noches, alegando que era un regalo de uno de sus clientes y que él no lo quería. Tomó ambos, dejó el primero a un lado y abrió el segundo. ¿Dos entradas para la ópera? Arrugó la nariz. Posiblemente las vendiera por internet.

Dejó el sobre en su sitio y se tiró boca arriba en el colchón mientras desbloqueaba el teléfono. Tenía que mandarle un mensaje a Hyukjae para preguntarle a qué hora pensaba llegar. Se metió en su conversación, chasqueó la lengua ante el último mensaje que habían compartido la otra noche y empezó a escribir. Apenas tenía una palabra cuando sonó el timbre.

Se levantó de un salto, sonrojado hasta la zona de los hombros. Era él. Todavía no le había llegado el mensaje que lo avisaba de que su comida estaba allí, por lo que solo podía ser él. Se mordió el labio y salió corriendo hacia la puerta. Pelo mojado. Olor a jabón. Piel humeda. Nada más que una toalla alrededor de sus caderas. Había planeado recibirlo vestido, pero aquello era muchísimo mejor.

Sin pensarlo dos veces, abrió la puerta y se apoyó en el marco de forma casual, dejando que el otro apreciara cada curva de su cuerpo.

—Hola, profesor —se relamió mientras alzaba la cabeza.

El repartidor abrió los ojos de par en par. Era un chico joven; el mismo que solía llevarle comida a domicilio siempre que Haneul se empeñaba. Tal vez habría sido menos vergonzoso con un desconocido.

—¿Se... señor? —el chico retrocedió, obviamente avergonzado.

Donghae carraspeó. Apretó un puño alrededor de la toalla y meneó la cabeza en forma de disculpa.

—Pe-perdona... Estoy esperando a... alguien.

—No pa-pasa nada.

Mientras el chico intentaba sonreír, Donghae se preguntó por qué le pasaban siempre esas cosas. El otro le llevaba comida a un policía, al padre de una niña, a un hombre responsable, y de repente se había topado con un pervertido que abre la puerta prácticamente desnudo y dice cosas como "hola, profesor". ¿"Hola, profesor"? Hyukjae se habría reído.

Stirring Up [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora