Hyukjae le apretó la base con los dedos y deslizó los labios hacia delante hasta sentir su glande contra la garganta. Retrocedió enseguida, solo para volver a comenzar con un lento vaivén de cabeza. No podía creerse que estuviera haciendo eso.Miró hacia arriba, por encima de los cristales de sus gafas. Donghae tenía el labio apretando bajo los dientes, pero se notaba que estaba sonriendo, satisfecho y orgulloso. No era para menos. Conseguir que él se la chupara con sus padres al otro lado de la pared resultaba un gran logro. Aunque no había tenido que esforzarse mucho. Después de mentirle acerca de la razón de su huída, habría hecho todo por recibir su perdón, desde otras cincuenta flexiones hasta caer de rodillas.
Notó que meneaba las caderas y usó la mano libre para detenerlo. Los ojos marrones se encontraron con los suyos entonces. Tenía las pupilas tan dilatadas que parecían negros. Supo que quería darle un manotazo para que le permitiera moverse, pero no podía porque seguía sujetando un cono de helado en cada mano. Ambos se habían derretido entre sus dedos y las gotas ya empezaban a caer hasta golpear el suelo. Aceleró un poco más el vaivén con los ojos cerrados, pues verlo solo hacía que la escena pareciera incluso más pornográfica de lo que ya era.
—Dios... Ma-más rápido, Hyukkie...
Le clavó las uñas en el trasero desnudo, intentando pedirle con eso que bajara la voz. El menor no debió entenderle, pues volvió a gemir en el mismo tono, sino más alto. Así que echó la cabeza hacia atrás para poder hablar.
—Hae... —pronunció.
El aludido aprovechó que paraba a respirar y dejó caer uno de los helados al suelo. Luego, cuando él se dispuso a preguntarle qué hacía, su pulgar le presionó los labios, callándolo. ¿No quería que hablara? Bueno, suponía que esa noche le tocaba obedecer.
Menos mal que Donghae era el bebé de la relación.
En cuanto éste vio que le hacía caso, asintió y apartó el pulgar. Entendió esto como que podía continuar y volvió a separar los labios para meterse su miembro en la boca. Bajó la mano derecha hasta su propia entrepierna despierta, manteniendo la otra en su culo. Aceleró sus movimientos. Ahuecó las mejillas. Sacó su erección de los pantalones y la envolvió en un puño. Su primer gemido hizo vibrar al menor, que soltó un agudo sonido antes de dejar caer el otro helado y usar la mano manchada para cubrirse la boca. La otra acabó enredada con su pelo.
Esperaba que sus padres no hubieran escuchado eso. Hacía tanto tiempo que no entraba en esa habitación que apenas recordaba si las paredes eran finas o gruesas. Hacía tantos años desde la última vez que se había masturbado en esas sábanas pensando precisamente en él. Y ahora las mismas paredes que le habían visto en soledad estaban siendo público de su triunfo tardío. Nada podía hacer que se arrepintiera de lo que estaba ocurriendo.
Nada, excepto los golpes en la puerta.
—¿Qué ha sido ese ruido? —gritaba su padre desde el otro lado— ¿Por qué habéis cerrado?
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Stirring Up [EunHae +18]
FanfictionDonghae tiene 31 años. También tiene un trabajo estable como policía y un anillo de matrimonio que ya no se pone. Le gusta encerrarse en la galería de tiro, darle palizas a los maniquíes de boxeo y fumar cigarrillos mentolados, aunque nunca hace nad...