Capítulo 13

8.1K 966 545
                                    

Hyukjae se recordaba leyendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hyukjae se recordaba leyendo.

En su antiguo sofá, en el apartamento que alquilaba por aquel entonces. Sentado cómodamente con la espalda apoyada en el respaldo, las piernas cruzadas a lo indio y las gafas en la punta de la nariz. Movía su pie inconscientemente al ritmo de la música que había puesto en el reproductor. Una sonrisa curvaba sus labios porque el protagonista de la novela por fin se había atrevido a enfrentar a su madre.

Recordaba lo concentrado que estaba en aquel momento. Y cómo esa concentración se había esfumado al oírle suspirar. Miró de reojo para comprobar qué ocurría, solo para encontrarse con que pupilas marrones lo observaban fijamente. Volvió a su libro después. El labio bajo sus dientes.

Era aquella época en la que aún no estaban juntos, pero le ponía nervioso su sola presencia. Su corazón se aceleraba. Sus mejillas se pintaban de rojo. Era incapaz de entender lo que leía porque en su cabeza solo existía la persona que lo admiraba como si se tratara de una exposición de arte.

Era aquella época en la que no sabía por qué seguían sin besarse.

Recordaba que no podía dejar de moverse. Que se aseguró de no volver a mirar y, aun así, la vergüenza no dejaba de crecer. Que se sentía tan bien, pero tan nervioso al mismo tiempo.

Que nunca lo habían mirado igual.

—¿Te encuentras bien, Hyuk? Estás muy rojo.

Una mano le acarició la mejilla. Cuidadosa, dulce, llegó a su frente y se aseguró de que no tenía fiebre.

Recordaba que estuvo a punto de convertir aquel día en la fecha de su primer beso, pero no lo hizo.

Igual que tampoco había besado a Donghae, por muchas ganas que tuviera de hacerlo.

Durante todo el camino desde la parada de autobuses había estado tan nervioso como en aquel momento. La sensación había sido la misma, los mismos nervios, las mismas ganas de mojarse la cara con agua fría, de evitar mirar, la necesidad de que el menor no le viera ponerse rojo. No obstante, también había sido distinto, pero solo porque Donghae no era su Gaegul. No tenían nada que ver.

Con su ex todo había ido despacio. Se habían conocido, se habían querido y luego habían dejado que todo lo demás pasara. Poco a poco. Inocentes y nerviosos. Aún era capaz de oírle reír con las mejillas al rojo vivo mientras se besaban delante de sus amigos.

Con Donghae solo tenía que pestañear. En un segundo se peleaban. En otro se besaban. Al siguiente estaba tirado en su sofá maldiciendo. Uno más y lo tenía desnudo sobre su cuerpo. Segundo a segundo. Lascivos y ansiosos. Mirarlo de cerca era imaginarlo chillando su nombre.

Por eso había decidido salir aquella noche. Sus amigos se le habían unido tan rápido como lo habían dejado plantado, pero eso no había estropeado sus planes. Después de unos cuantos bailes y de un par de cervezas, había conseguido que un chico lo invitara a pasar la noche con él. Uno pequeño. Sin músculos ni ojos duros. Sin aura dominante. Justo lo que necesitaba para olvidarse de Donghae. Se había imaginado haciéndole de todo durante varios minutos.

Stirring Up [EunHae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora