Bajó del autobús, recogió su maleta y se dirigió hacia la salida. Le dolían las piernas de estar sentado, pero aun más la cabeza de tanto darle vueltas a esas dos palabras.
Seguía intentando adivinar qué era lo que realmente le había dicho Hyukjae, pero con cada minuto que pasaba se iba dando cuenta de que no había nada con sentido que se pareciera a eso. Si había entendido el "buenas noches, Hae", ¿por qué no iba a entender también lo de después?
"Te quiero"
No sabía cómo sentirse al respecto. Es decir, era un alivio que le hubiera pillado durmiendo, porque no habría podido reaccionar si se lo hubiera dicho de frente. A la cara. Si Hyukjae se hubiera parado delante de él, lo hubiera mirado a los ojos y le hubiera dicho, con su voz dulce y ligeramente temblorosa, que lo quería. Se habría quedado paralizado. No habría sido capaz de darle una respuesta. Ahora, incluso sabiendo que no se la debía, seguía pensando en una, en cómo actual la próxima vez que lo viera. Lo mejor sería hacer como si nada, ¿verdad? Pero ¿cómo iba a hacer eso? Abrazarlo, besarlo, acariciarlo... todo eso podría darle falsas esperanzas. ¿Y si Hyukjae le pedía que lo hicieran oficial? No quería hacerle daño diciéndole que no. No quería dejarlo y volver a ser solo amigos. No estaba listo para eso. Joder, ¿por qué había tenido que estropearse todo?
"Te quiero", volvió a escuchar, y subió el volumen de sus auriculares hasta que el teléfono le avisó de que podía ser nocivo para sus oídos. Lo ignoró. Entró en una tienda de la estación para comprarse una botella de agua, pero se detuvo a mirar los estantes llenos de artículos de Navidad y souvenirs de Seúl. En realidad solo quería ganar tiempo antes de enfrentarse a la realidad. Hubiera preferido quedarse un día más en el hotel, solo, tirado en la cama y pensando bien cómo iba a actuar. No obstante, sabía que probablemente habría acabado igual o más ansioso de lo que ya estaba.
Hacía casi quince años de la última vez que Hyukjae le había dicho que lo quería. Por aquel entonces se lo decían mucho; era tan común para ellos como besarse, abrazarse o dormir juntos. ¿Por qué ahora debía ser diferente? ¿No podía ser que se lo hubiera dicho como se lo decía antaño? Si era así, podía sobrellevarlo. Podía asimilarlo. Había una diferencia entre querer y estar enamorado y Hyukjae le había dicho que lo quería.
Acabó comprándose un refresco y, como solo podía usar una mano, se sentó en un banco a bebérselo, dejando la maleta a su izquierda. Llegó a la conclusión de que así estaba más tranquilo. No tenía razones para agobiarse. Además, el mayor tampoco sabía que le había escuchado. Fingir que se había despedido con un simple "buenas noches" era muchísimo más fácil.
Miró el reloj digital que colgaba del techo. Jongwoon, Kyuhyun y Haneul debían de estar esperándole en la comisaría, así que ahora debía tomar un taxi hacia allí. Era una suerte que fuera sábado por la mañana, porque no hubiera podido esperar hasta la tarde para reencontrarse con su hija. La echaba tanto de menos. Hasta parecía que podía escuchar su voz...
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Stirring Up [EunHae +18]
Hayran KurguDonghae tiene 31 años. También tiene un trabajo estable como policía y un anillo de matrimonio que ya no se pone. Le gusta encerrarse en la galería de tiro, darle palizas a los maniquíes de boxeo y fumar cigarrillos mentolados, aunque nunca hace nad...