Hyukjae se apartó, apoyándose con cuidado en la mano que no tenía llena de semen, para dejar que el menor se levantase corriendo de la cama.Lo miró lentamente de arriba abajo. Se suponía que iba a pasar la noche en el sofá, terminando la serie que había empezado durante el fin de semana y devorando lo que le había sobrado de la comida. Se suponía que aquello no iba a pasar nunca más. ¿Cómo había acabado chupándosela?
Bueno, estaba claro el cómo. Tenía bastante práctica con ello.
El problema era que ahora ya ni siquiera podía preguntarse por qué lo había hecho. La primera vez había estado borracho. La segunda, se había dejado llevar por el calor de sus peleas. Pero esa... una tercera vez ya no tenía excusa. Simplemente quería follarse a Donghae tanto como Donghae quería que se lo follara. Lo había sabido desde el mismo momento en el que se había subido a su coche. Puede que incluso antes, durante su incómoda llamada. Llevaba un par de días deseando enterrar su cara entre ese par de rellenos muslos.
Pero había pasado y, o aprovechaba el momento para largarse de allí y volvía a casa atormentado por el arrepentimiento, o seguía sonriendo porque el menor había llegado a despertar a Haneul con un gemido.
Normalmente no se habría sentido orgulloso de ello. No era alguien que tuviera predilección por el sexo en público (nunca lo había hecho fuera de una casa o un hotel), pero, siempre que la niña estuviera dormida, ellos podían hacer lo que quisieran. Menos gritar. Y Donghae había disfrutado tanto que había gritado.
—Deja de mirarme así y métete bajo las sábanas. Si ve que no voy, vendrá a buscarme.
Perezoso, se arrastró sobre el colchón hasta llegar al borde de las sábanas. Tiró de ellas hacia abajo y luego se tapó. Mientras lo hacía, no le quitó ojo a Donghae, que se movía nervioso por la habitación mientras subía un par de pantalones de chándal por sus piernas. Sin ropa interior de por medio. Sin camiseta. Menos mal que se había corrido en su mano, porque salió corriendo sin limpiarse.
—¿Qué haces levantada? —escuchó que decía en voz baja.
—He oído ruido... —contestó la pequeña, adormilada— ¿Estás bien?
—Estoy muy bien, osito. Venga, vuelve a la cama... ¿Qué? ¿Quieres que te lleve? —un suspiro que sonó casi como una carcajada— Vale...
Oyó pasos y susurros. De repente estaba solo en la habitación de Donghae, totalmente desnudo, sucio y excitado. El olor del menor llegaba a sus fosas nasales desde todas las direcciones. Su corazón chillaba aquello que él debía mantener en silencio. Podía esperar pero, sinceramente, quería que volviera ya.
Los primeros minutos aguantó escondido bajo las sábanas, pero, después de un rato sin oír nada, se destapó y se quedó mirando el techo. Donghae estaba comportándose con más sumisión de la habitual. No tanta como otros, pero bastante en comparación a como lo había hecho la última vez. No había intentado ponerse encima de él ni había bajado a chuparle el cuello. En cambio, había abierto bien las piernas como una indecorosa invitación y le había dejado moverse a su ritmo. A Hyukjae no le importaba demasiado hacerlo de una u otra forma. Tanto el Donghae dominante como el que le clavaba las uñas en el brazo le parecían jodidamente follables.
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Stirring Up [EunHae +18]
ФанфикDonghae tiene 31 años. También tiene un trabajo estable como policía y un anillo de matrimonio que ya no se pone. Le gusta encerrarse en la galería de tiro, darle palizas a los maniquíes de boxeo y fumar cigarrillos mentolados, aunque nunca hace nad...