PASIÓN & PODER: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 1.

Actualidad.

El Cairo, Egipto, actual conflicto con los rebeldes.

CHARLOTTE.

Con cada respiración que hago siento la arena caliente rasparme las fosas nasales. Siento la nariz tan irritada que a veces las pequeñas gotas de sangre brotan sin más.

Giro el puño en el aire y mi escuadrón se moviliza a mis espaldas, las gotas de sudor me cubren gran parte del rostro ante los treinta y seis grados de calor.

Es un suplicio caminar en la arena caliente con el sol abrasador sobre nosotros. La cintilla de mi casco casi se adhiere a mi piel ardiente, el sonido seco de las balas me mantienen en alerta conforme avanzamos en dirección los muros de contención con rapidez.

Estoy hastiada de está jodida situación con los rebeldes, hemos evacuado a mujeres y niños de las zonas más cercanas ante la toma de rehenes.

Jalo el auricular que estaba oculto en mi chaleco repasando de inmediato los pasos que nos faltan.

Estiró una de mis manos para tomar el binocular de largo alcance.

—Objetivo localizado —informó viendo el círculo de al menos veinte hombres rodeando un pozo de agua.

—¿Posibles víctimas?—La voz del Agente Coronel llena la línea.

—Los hemos evacuado.

—Los aviones van en camino, procesan al código rojo.

—Entiendo—es lo único que respondí, hice el conteo rápidamente de las provisiones disponibles—. Código rojo, tropa.

A mí lado Hunter posiciona el rifle de larga distancia y los demás arman una linda a mi derecha imitandolo.

—No solo tenemos que liberar rehenes y desalojar hogares, ahora tenemos que distraer antes de los bombardeos—musita Hunter que saca un paquete de chicles de menta.

—¿De dónde los sacaste?—Inquiero al notar que me da uno—. Todos nosotros hemos infringido una ley, por eso estamos aquí. No me sorprende que tengamos que ser el factor sorpresa.

El sabor de menta explota en mi boca haciéndome suspirar por el poco dulce que logró saborear. Me mantengo con el binocular.

—¿Tú que hiciste?—Desea saber, le doy una rápida mirada para ver qué ya está en posición.

—No te importa turco—espeto.

—Yo golpeé al General—dice con cierta diversión que me hace darle toda mi atención.

—¿Vladimir De Alba?

—Ese hijo de puta está en ese puesto solo por tener influencias.

No le respondí, ni siquiera emití alguna queja al respecto pues cuando supe de su ascenso me sorprendió por completo.

No sabía que se había postulado para el puesto o cuando fue que lo tuvo, simplemente un día llegó con su nuevo uniforme.

Vuelvo en silencio a mi anterior tarea, estamos lo suficientemente lejos para pasar desapercibidos por lo que cuando les doy la orden, no se esperan la dirección de los disparos.

Es una maniobra estratégica por parte del Agente Coronel, pues así los distrae y evitan que los aviones sean dañados ante la respuesta por el ataque.

Sonrió un poco cuando los dejan varados al pincharles las llantas y puedo sentir el cambio del aire sofocante en cuestión de segundos antes de que nos den una bañada con la arena al sobrepasarnos.