Pasión & Poder: 𝗟𝗜𝗕𝗥𝗢 𝗜 & 𝗜𝗜 | 𝗦𝗘𝗥𝗜𝗘 𝗣𝗢𝗗𝗘𝗥 #1.

❤️‍🔥CAPÍTULO 3.

ALEJANDRA DE LA VEGA.

Cinco años atrás.

La lluvia torrencial no cesa, no da tregua. A metros de nosotros la pelea entre el General y el Pakhan ruso se lleva a cabo mientras observamos cómo mi gran amiga trata de mantenerse al margen de la situación. Tengo a dos hombres esperando órdenes para que estos manejen a los demás para entrar en acción.

El ruso básicamente se convirtió en mi conocido por los tratos que tenemos en el negocio. Ahora parece que llegamos a ser amigos y aún no entiendo porque no le he roto la nariz.

Sé que él tenía planes con Charlotte. Se qué el hombre que pelea a puño limpio a metros de mí es extremadamente listo y astuto. Calculador, frío y estratega.

Y que, romperle el corazón a mi amiga es lo último que ella le va a perdonar.

—¿Ya no hay nadie en la casa?—Oí qué preguntó Jonh, quien es mi mano derecha.

—Me confirmaron que Orlando y Carlotta salieron bien junto con Edward, hasta el maldito tigre está ileso—dijo mi marido.

Me acomodé el impermeable y ajusté mis botas.

Cerré los ojos al oír los balazos y el alma me dolió ante el grito desgarrador que logró opacar a los truenos. Soy una maldita hija de perra que está en problemas con Charlotte.

—Ella no se lo va a perdonar—susurré y abrí la puerta de la camioneta.—Ni a mí tampoco.

Los hombres a mi lado bajaron en silencio. Nos acercamos por los terrenos de la hacienda del ruso en silencio, logrando camuflajearnos por los grandes árboles.

Odio la lluvia. Odio el lodo. Y odio sobre todo, tener que mojarme.

Tragué duro viendo la escena. Eres un hijo de perra Dimitry Vólkov Petrov. Y me gustará ver cómo Charlotte te romperá las bolas cabron.

Y a mí también me tocará.

—Televisa nos puede contratar para una de sus próximas novelas—habló John en voz baja, queriendo alivianar el ambiente. Se cerró el gorro de su impermeable también.—Amores que queman podría ser el título.

—Solo abres la boca para decir estupideces—se mofó Daniel recargándose en un árbol.

—Y tú solo eres el segundo en el poder—John levantó las cejas divertido.—Pobre del italianito.

Dios mío santo, Daniel está cómodo así, unimos nuestras mafias y él lo sabe. Como le encanta molestarlo.

—Callense el hocico ya—los señalé.—Aquí los dos están por debajo de mi.

Ambos se miraron molestos.

—No los escucho—me gire volviendo a ver al frente.

—Lo sé, Il mío sole—Daniel susurró.

—Lo sé, cariño —dijo el otro.

—Haré que te arrepientas de eso—oí como Daniel se le acercó y tuve que girarme de nuevo—, a mí mujer no le hablas así.

—¡Es suficiente!—Sisee harta de sus niñerias.—Tú—señale a Jonh—, te deje en claro que ya no voy a soportar que me hables así, lo que tuvimos solo era una alianza y tú—fue el turno de Daniel—, te ordene que debían llevarse bien. ¿Acaso quieren que me de un puto derrame hijos de su puta madre?